El Comité de Gestión de Cítricos (CGC), asociación que aglutina a empresas privadas, grupos empresariales y organizaciones de productores, ha conmemorado este martes una trayectoria de medio siglo al “servicio de la exportación y de los exportadores españoles de cítricos”.
Así lo ha expresado su presidenta, Inmaculada Sanfeliu, en el transcurso de la ceremonia organizada con motivo del 50 Aniversario del CGC en su sede en Valencia, recientemente reformada.
El acto ha contado con la presencia del presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig; del ministro de Agricultura, Luis Planas; la consejera valenciana del mismo ramo, Isaura Navarro; y de la delegada del Gobierno en Valencia, Pilar Bernabé.
El CGC es responsable del 75% de los agrios recolectados, envasados, confeccionados y comercializadas en España, lo que supone un volumen de negocio por temporada superior a los 2.700 millones de euros. Los operadores que lo conforman aglutinan, bajo el modelo cosechero-exportador, más de 50.000 hectáreas.
“El buen hacer de los socios del CGC, su camaleónica capacidad para adaptarse y evolucionar, para mejorar el servicio al cliente, es en gran parte responsable del liderazgo que mantenemos en la comercialización, de que uno de cada cuatro cítricos en fresco vendidos en el mundo tengan por origen España”, ha manifestado Sanfeliu.
Una asociación relevante
Por su parte, el presidente Ximo Puig ha puesto en valor la importancia del sector citrícola para la Comunitat y el conjunto del país, así como la “unidad de acción entre el Consell y los representantes del sector productor y comercializador en avances como la consecución del tratamiento de frío a las naranjas de Sudáfrica o, más recientemente, los consensos alcanzados a nivel valenciano para implementar el nuevo Plan Integral Citrícola”.
En esta misma línea se ha pronunciado el ministro de Agricultura, Luis Planas. Ha querido destacar “el carácter pionero del Comité como importante instrumento al servicio del sector citrícola, que en su momento sirvió para preparar la integración en la UE y que, con el tiempo, ha permitido ampliar y consolidar nuevos mercados a las exportaciones”.
Retos y objetivos
El CGC surgió en virtud del decreto 2059/1972, de 21 de julio, y hoy es un “gran interlocutor, somos patronal transversal y vertical, una de las más representativas en todo el mundo en comercialización de cítricos en fresco y en producción, negociamos los convenios de recolección y de manipulado en la Comunidad Valenciana, pero también somos productores –los mayores de España- con más de 50.000 hectáreas vinculadas a este colectivo empresarial”, ha recordado su presidenta.
El CGC ejerce como lobby, pero “nuestra meta no es hacer grande a esta entidad, es que la actividad de nuestros socios pueda seguir siendo líder y desarrollándose con normalidad”, afirmó.
Sanfeliu no dudó en señalar cuál es el principal obstáculo para lograrlo: la falta de reciprocidad. “Necesitamos competir en Europa en las mismas condiciones que los productos importados de terceros países, a los que se les deben exigir las mismas condiciones laborales, medioambientales, sociales y de seguridad alimentaria que nosotros aplicamos”, aclaró.
En su intervención posterior, el ministro Planas se mostró “totalmente de acuerdo en la necesidad de que se compita en condiciones de equidad”, en la UE.
En última instancia, la presidenta del CGC aprovechó la oportunidad para poner el acento en dos cuestiones coyunturales claves para el sector. En primera instancia, agradeció al ministro y al propio presidente de la Generalitat el “intenso trabajo técnico y político” desarrollado para lograr que la UE aplicase el tratamiento de frío a las importaciones de naranja procedentes de países con ‘Falsa polilla’. Lograrlo –recordó- “fue un gran hito, un cambio de paradigma en la sanidad vegetal. Ahora necesitamos que la decisión se implemente de forma eficaz y ajustada a norma y que se controle su cumplimiento”.
En segundo lugar, advirtió sobre las dificultades que se avecinan por causa de la sequía: “No podemos dejar morir al arbolado por unos años malos de serio déficit hídrico. Necesitamos el compromiso, la implicación de la Administración para seguir siendo motor de la economía española”.