Cajamar mejora durante el tercer trimestre la calidad de sus activos y mejora la evolución del negocio al fortalecer coberturas, provisiones y elevar el saneamiento del activo irregular.
Cajamar ha destinado 441 millones de euros a las coberturas de activos financieros y no financieros, un 46,6 % más que en el mismo periodo de 2020.
La gestión de sus activos dudosos facilita la reducción de la tasa de morosidad en una entidad que tiene su grueso en el negocio agroalimentario.
La tasa de morosidad de Cajamar baja hasta el 3,9 por ciento, lo que supone estar por debajo de la media sectorial, que se encuentra en el 4,43 por ciento.
En este trimestre del año se ha elevado el coeficiente de solvencia en 1 punto porcentual, hasta el 15,7 %, tras el crecimiento de los recursos propios computables en un 14 %.
La evolución del negocio, con crecimientos positivos en todos los márgenes, junto a la reducción de los gastos de explotación, pemiten obtener un beneficio antes de impuestos de 96,4 millones, tras destinar 441 millones a seguir reforzando coberturas y realizando provisiones, y a elevar su resultado consolidado neto hasta los 62,3 millones, un 327,2 % más que en el mismo periodo del año anterior.
