La segunda generación de los Bruñó se ha caracterizado por aportar dos nuevos argumentos al trabajo de «selección del Piel de Sapo pieza a pieza»: la certificación Global G.A.P y la internacionalización de sus destinos.
Los mercados nórdicos, Francia e Italia se han convertido en mercados habituales para el melón Piel de Sapo de los Hermanos Bruñó y para su gama de naranjas y mandarinas.
La empresa, nacida en 1977 por Francisco y José Bruñó, ha visto incrementar su oferta en un 40 por ciento desde que la segunda generación la gestiona.
La globalización es una necesidad y en algunos casos es clave en el desarrollo de algunas categorías citrícolas al suponer el 80 por ciento del negocio.
El 90 por ciento del producto está certificado por Global G.A.P, «una normativa internacional para la producción segura y sostenible, con el fin de beneficiar a los productores, minoristas y consumidores en todo el mundo», señalan desde la empresa valenciana.
‘Melón 5 estrellas’ es la marca ‘premium’ de la firma en melón Piel de Sapo, «gracias a la recolección en el momento óptimo de maduración», apuntan desde Frutas Bruñó.
Bruñó recuerda que «cada parte del proceso está encaminada a conseguir un melón dulce, jugoso y con una vida lo más larga posible para alcanzar un melón perfecto».
La búsqueda constante de la perfección ha consistido en mejorar las condiciones de cultivo, «los nuevos modelos de ‘packaging’ o la producción de nuevas variedades como el melón Ecológico o el Mini», aseguran desde la empresa.