Así lo han apuntado desde esta organización a raíz de la presentación esta semana de la estrategia comunitaria «De la Granja a al Mesa» (Farm to Fork), cuyo objetivo es lograr una producción agraria más sostenible reduciendo al menos en un 20 % el uso de fertilizantes y en un 50 % el de fitosanitarios.
La Asociación Nacional de Fabricantes de Fertilizantes considera que esta estrategia «no debería limitar su uso», sino que debería de incluir aspectos como «las mejores prácticas de fertilización» y la difusión de tecnologías y los servicios de apoyo al agricultor.
También defiende que recoja «la utilización de fertilizantes especiales que mitiguen las pérdidas de nitrógeno y de otros diseñados para cultivos específicos», así como el empleo de métodos de agricultura inteligente y de herramientas avanzadas de diagnóstico, según un comunicado de esta organización.
Una agricultura sin fertilizantes reduciría drásticamente su producción y agotaría los suelos, porque los nutrientes que se consumen en la cosecha deben ser restituidos periódicamente, alerta la Anffe