Según ha informado el Gobierno andaluz en una nota, Crespo ha visitado una explotación agrícola de Adra (Almería) dedicada al cultivo de sandía y ha destacado «la importante apuesta de la agricultura almeriense por el control biológico».
Ha valorado que los profesionales del campo «son cada vez más conscientes de la importancia de compatibilizar su actividad económica con la conservación del entorno natural para llevar a los mercados una producción sostenible que mantiene todo su sabor y contribuye a la salud de los consumidores».
En las últimas campañas, las hectáreas bajo control biológico de plagas han ido aumentando en la provincia de Almería hasta superar en 2020-2021 las 26.000 hectáreas.
Esta extensión supone un incremento del 5% con respecto a la campaña anterior, en la que 24.740 hectáreas apostaban por estas técnicas de producción integrada.
En el caso concreto del cultivo de sandía, el incremento ha sido del 22%, ya que en 2019-2020 se registraron 1.050 hectáreas bajo control biológico y en la campaña siguiente se alcanzaron las 1.285 hectáreas.
Por ello, ha destacado la necesidad de seguir mejorando en esta materia, trasladando a estos profesionales que la Junta estará de su lado para «continuar avanzando en sostenibilidad, en calidad y en internacionalización, ya que abrirse a nuevos mercados es una de las más útiles vías para mejorar la rentabilidad de las explotaciones y empresas del sector agroalimentario».
Explotaciones demostrativas
Como ejemplo del respaldo que ofrece la Junta, Crespo ha recordado que la Consejería de Agricultura ha puesto en marcha una red de explotaciones demostrativas de gestión integrada de plagas ubicadas en Almería, Granada, Huelva, Jaén y Sevilla, y que incluye, entre otras, fincas hortofrutícolas, citrícolas u olivareras.
Esta iniciativa permitirá trasladar a técnicos y agricultores los conocimientos para implementar estas técnicas mediante la difusión de las guías y los reglamentos de producción integrada para diversos cultivos elaborados por el Gobierno andaluz.
El principio base de la gestión integrada de plagas es priorizar el empleo de métodos biológicos, físicos y culturales, siempre que sea posible, relegando los productos químicos únicamente para aquellas circunstancias en las que no exista una alternativa efectiva. Además, en estos casos se debe optar por las sustancias activas que tengan menor impacto.
Por otro lado, la consejera de Agricultura se ha referido al inminente inicio de la campaña de sandía y melón, señalando la provincia almeriense cuenta actualmente con cerca de 10.800 hectáreas dedicadas a sandía y casi 3.000 hectáreas en las que se produce melón. Estas superficies suponen un incremento del 1 % y el 4 %, respectivamente, en comparación con la campaña anterior.