Estas mandarinas, las primeras de la temporada, proceden de huertas de las provincias de Valencia y Castellón, y se recolectan en su punto justo de maduración, con la misma frescura y sabor natural, sin forzar la coloración, lo que favorece mayor duración y la consecuente reducción del desperdicio alimentario. y mejora de la sostenibilidad por reducción de consumo energético.
La apuesta por la incorporación de estas mandarinas responde al compromiso de Alcampo por asegurar una oferta de productos de temporada locales, así como a la lucha contra el desperdicio alimentario.
Este proyecto ha sido una realidad gracias a la alianza con provedores como Frutas Tono, San Alfonso y Anecoop con los que Alcampo trabaja desde hace años.
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