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Agricultores piden más vigilancia a Turquía y Egipto por usar plaguicidas

Unió de Llauradors ha instado a la Unión Europea (UE) a realizar "auditorias rigurosas y planes de especial vigilancia" a las frutas y hortalizas procedentes de Turquía y Egipto, tras detectarse 166 residuos de plaguicidas o sustancias prohibidas en lo que va de año.

Durante el mes de mayo, las alertas sanitarias del Sistema de Alerta Rápida para Alimentos y Piensos (RASFF) rechazaron un total de 72 rechazos de envíos de Turquía y 12 de Egipto por contener materias activas de clorpirifos, metil clorpirifos o el prochloraz, han informado desde La Unió.

La organización agraria ha lamentado que estos datos son «con seguridad mucho más elevados», ya que, han recordado, la Comisión Europea únicamente realiza inspecciones de forma aleatoria a los productos que entran desde Egipto tanto en frontera como en puntos de venta, mientras que las de Turquía son solo del 5 % de los lotes en mandarinas y del 10 % en naranjas.

Asimismo, ha denunciado que en los últimos días algunos operadores comerciales valencianos han reetiquetado como españolas naranjas compradas en el país africano, por lo que ha pedido a la Conselleria de Agricultura que investigue e inspeccione los hechos.

La Unió ha hecho un llamamiento a la responsabilidad de las empresas para que tengan un comportamiento ético y no cometan tampoco fraude al consumidor. El secretario general de La Unió, Carles Peris, ha afirmado que se debería priorizar de modo responsable la producción valenciana.

Pese a todos estos datos, han criticado que la Comisión Europea «sigue sin incluir dentro del listado de alimentos y países de especial vigilancia a las naranjas de Egipto y tampoco ha elevado el porcentaje de inspección mínimo de los lotes de Turquía, que se mantiene en una ridícula cifra para mandarinas y naranjas«.

La Unió ha propuesto a la UE que aumente los porcentajes de inspección mínimos en todos aquellos países que tengan cantidades elevadas de rechazo por la detección de plagas o el uso de sustancias prohibidas, ya que «podrían ser un auténtico coladero y un grave peligro para la entrada de organismos nocivos en la citricultura europea».

«Se trata de unos umbrales muy bajos para registrar ese volumen tan alto de rechazos en frontera y por eso no entendemos cómo los productos agrícolas producidos en la Unión Europea deben cumplir con unos estándares muy exigentes mientras se observan cada vez más alertas sanitarias desde la propia UE en las producciones procedentes de países terceros», han condenado.

La organización ha insistido en que debe haber una homegeneización de los estándares de producción europeos con los procedentes de países terceros, desde los aspectos fitosanitarios hasta los sociales o democráticos, así como que hasta que esto no se cumpla «se deberían suspender las importaciones de producciones procedentes de países terceros que no cumplan las normativas comunitarias»