En abril pasado, el índice de precios percibidos agrarios, que toma como base 100 el año 2015, se fijó en el 119,20, mientras que el índice de precios pagados por los bienes y servicios agrarios, que también toma como base 100 el año 2015, se estableció en 106,97.
El incremento interanual positivo de precios percibidos fue debido tanto al crecimiento de los precios de los productos agrícolas (+13,56 %, aportación), como de los de productos animales (+4,51 %).
En el conjunto de productos agrícolas, se encarecieron interanualmente las hortalizas (+23,86 %), seguido del aceite de oliva (+40,39 %), las frutas no cítricas (+18,24 %), los cereales (+11,15 %), las flores y plantas ornamentales (+1,04 %) y los cultivos industriales (+4,24 %).
Sin embargo, cayeron los precios percibidos por los tubérculos (-33,03 %), los cítricos (-9,76 %), el vino (-2,99 %), los cultivos forrajeros (-2,80 %) y, por último, las semillas (-1,17 %).
En cuanto a los índices de precios pagados por los agricultores, todos los sectores analizados mostraron un diferencial interanual de signo positivo, con contribuciones comprendidas entre +4,94 puntos de los alimentos para el ganado y +0,02 puntos del material y pequeño utillaje.
Dentro del sector energético (+23,13 %), el precio pagado por la electricidad se disparó (+38,22 %); también se encarecieron los carburantes (+14,43 %) y, en menor medida, los lubricantes (+4,94 %).
En cuanto a los fertilizantes, repuntaron un 8,65 %, al igual que lo hicieron los gastos generales (+6,50 %), la conservación y reparación de maquinaria (+5,45 %), los productos fitopatológicos (+1,76 %) o la conservación y reparación de edificios y los servicios veterinarios (+1,97 %).