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España no depende de mercados fitosanitarios ruso e ucraniano, dice Aepla

El director de la Asociación Empresarial para la Protección de las Plantas (Aepla), Carlos Palomares, ha confirmado a que España no tiene ninguna dependencia de productos fitosanitarios fabricados en Rusia o en Ucrania.

Palomares, que ha lamentado la agresión y ha expresado la solidaridad con los ucranianos, ha explicado que lo que sí existe es mucha «incertidumbre» en el campo español sobre «la inversión y la siembra en los cultivos».

«Muchos agricultores estaban a la expectativa de qué sembrar o cuánto abonar en función de la sequía, de la disposición de agua para riego y de la situación de los precios de los insumos«, estos en clara tendencia alcista desde hace meses, que se ha acelerado tras el inicio del conflicto en Ucrania.

El director de la patronal de la industria de fitosanitarios ha destacado que hay disposición de la Comisión Europea (CE) y de los gobiernos europeos a «flexibilizar requerimientos en la Política Agrícola Común (PAC) y a reconsiderar los tiempos tan acelerados que había establecido para la estrategia de la granja a la mesa y la de biodiversidad».

A su juicio, «el posible aumento de la superficie de algunos cultivos, como girasol o proteaginosas, para compensar la falta de suministro de Ucrania y Rusia dependerá de la disponibilidad de semilla y fitosanitarios para llevar a término con éxito el cultivo, y esto no se puede improvisar», ha añadido.

«No hay problemas de suministro por la guerra de Ucrania», pero sí «un encarecimiento de determinados productos ya en 2021 debido a los problemas de cuellos de botella e incremento de precios del transporte marítimo, y también por la subida del precio de los combustibles, que aumentará los costes de suministro por vía terrestre».

Pero todo esto -ha precisado- es un problema general de cualquier suministro, no específicamente agrícola, ni fitosanitario.

Tras la contracción del mercado de fitosanitarios por la sequía y la falta de agua para riego, Aepla considera que en estos momentos «el mercado está a la expectativa» a la espera de que el agricultor decida «qué sembrar, abonar o si va a realizar tratamientos hasta tener más claridad en el futuro».