10 años después de la trama en contra del pepino español por parte de la senadora y ministra de Sanidad de Hamburgo, la socialdemócrata Cornelia Prüfer-Storcks, que notificó una relación entre los pepinos españoles y la cepa de Escherichia coli, el pepino suma 5.900 hectáreas entre Almería y Granada.
España es hoy el primer productor de pepino en Europa con un total de 776.000 toneladas, de las que el 82,5% se cultiva en los invernaderos solares del sur de España.
El 92 por ciento del pepino producido en España se exporta. Alemania, Reino Unido y Francia son los tres destinos de referencia del pepino largo producido en español, compitiendo incluso en los meses de verano con la oferta holandesa.
El modelo de invernadero solar se ha consolidado para la producción de pepino largo, lo que «convierte a la costa almeriense y granadina en la mejor zona de Europa para su cultivo, gracias a la temperatura estable y moderada durante todo el año, lo que hace que no se precise el uso de calefacción o iluminación artificial para el crecimiento de los cultivos, sino únicamente los rayos del sol”, explica Francisco Góngora, presidente de Hortiespaña.
El pepino es un gran aliado para la salud y una auténtica baza nutritiva. Entre sus vitaminas destacan las del grupo B, imprescindibles para favorecer el impulso nervioso y la salud de nuestras células.
Además, contiene ácido fólico, vitamina C, hierro y potasio. Un gran aliado que rejuvenece por fuera y sana por dentro.
“El pepino es, junto con el champiñón y el berro, una de las hortalizas menos calóricas del reino vegetal. Esto lo hace ideal en dietas de adelgazamiento donde aporta un triple beneficio: hidratación, nutrición y moderado poder saciante. Su gran contenido en agua también hace que sea diurético”, afirma Ana Molina, asesora nutricional del programa “Cutesolar: cultivando el sabor de Europa en invernaderos solares”.
