Uno de los efectos que ha tenido la pandemia para los productores y distribuidores polacos ha sido el incremento de la demanda de la fruta polaca en toda Europa, según señala el colectivo Fruit Union.
La analista Unia Owocowa señala que el principal problema «está siendo durante toda la pandemia la falta de mano de obra, ya que los jornaleros polacos han ido a Alemania y Reino Unido, donde se paga más, y muchos productores polacos se han quedado con el entorno familiar más cercano».
Además, las medidas de distanciamiento social tampoco han ayudado mucho, porque el coste de manipulación se ha disparado y se ha elevado más por la falta de trabajadores.
Se estableció una restricción del 50 por ciento en los centros de confección y distancias en las fincas. La actividad ha sido incesante, ya que «los consumidores de la UE mostraron una demanda muy fuerte de productos frescos de origen polaco, griego, italiano y francés durante el segundo semestre del año.
La manzana es el producto de referencia en Polonia y Bielorrusia se encaramó como el primer destino polaco con 149.0000 toneladas, seguido de Rumanía con 67.000 toneladas.
Durante el Covid 19 se ha reactivado bastante el negocio con Egipto -83.000 toneladas- y se han iniciado las primeras operaciones con México, Filipinas, Chile, Brasil e Indonesia.