El número de clientes se frena en las cadenas y detallistas británicos y lo hace en un seis por ciento de media en todas las tiendas y un cinco por ciento en las calles más comerciales.
Son las llamadas ‘high street’, las más caras en impuestos y en alquileres, lo que está provocando que muchas distribuidoras se planteen el cierre de algunas tiendas.
Tesco, Marks & Spencer, Sainsbury´s y Waitrose se plantean reorganizaciones porque las ventas no se sostienen.
Las ventas de clientes cayeron más de un seis por ciento en la semana pasada con respecto a la anterior.
La caída en los centros comerciales fue mucho mayor y llegó hasta el nueve por ciento.