Según ha explicado el grupo de acción local del Jerte (Soprodevaje), las famosas cerezas del Valle del Jerte son fruto del esfuerzo de muchas familias y detrás de cada pequeño fruto hay horas y horas de trabajo durante todo el año y por eso en la Cerecera 2020 «hemos querido premiar el trabajo de nuestros agricultores».
El concurso buscaba el fruto que destacara entre los demás por su gran calibre, de forma que los agricultores podían llevar sus cerezas a cualquiera de las cooperativas pertenecientes a la Agrupación de Cooperativas del Valle del Jerte o a la Cooperativa del Campo de Navaconcejo.
Allí se calibraba el fruto y se tomaba una fotografía con el calibrador eléctrico, instrumento que está presente en todas las cooperativas, por lo que todas las cerezas están valoradas bajo el mismo criterio.
De esta forma, Carmen Martín Blanco, socia de la Cooperativa de Peñas Albas de Cabezuela del Valle, presentó una cereza que arrojó un calibre de 39.6 mm, según consta en la fotografía que ha hecho pública Soprodevaje.
«A esta maravillosa cereza podríamos llamarla la imbatible porque una vez subió a lo más alto del ranking el 20 de junio, nadie logró vencerla», ha subrayado Soprodevaje al dar a conocer el fruto ganador del certamen.