El índice de confianza del consumidor (ICC) de febrero publicado este lunes por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) se situó en 63,3 puntos, 22,4 puntos por debajo de febrero y lejos de los 100 que marcan la diferencia entre una percepción positiva y negativa.
El CIS precisa en una nota aclaratoria que este indicador llega en un contexto «especial y atípico», ya que el trabajo de campo se realizó entre el 16 y el 20 de marzo, en pleno periodo de estado de alarma y confinamiento, lo que ha alterado los patrones de consumo y ha introducido incertidumbre en las expectativas.
La confianza de los consumidores se une así a otros indicadores que ya se han visto lastrados por la crisis derivada de la epidemia de coronavirus, desde la caída histórica de la actividad empresarial que prevé la consultora Markit a la destrucción de 833.979 empleos en el mes de marzo.
El ICC, que suma nueve meses consecutivos en negativo, ya había experimentado caídas en el otoño de 2019, pero la de marzo lo lleva al nivel más bajo desde 2013, en plena crisis económica, aunque todavía lejos del mínimo histórico de 37,6 puntos de julio de 2012.
En el indicador de marzo, los encuestados valoraron la situación actual en 57,2 puntos, 18,7 menos que en febrero, una caída que resulta más brusca en la economía en general (de 26,1 puntos) y el mercado de trabajo (21,8 puntos) que en la situación del hogar, que pierde 8,3 puntos.
Las expectativas, por su parte, se deterioraron en 26 puntos, hasta los 69,4 puntos, especialmente ante las peores perspectivas para la economía (30,2 puntos menos) y, en menor medida, el mercado de trabajo (23,6 puntos menos) y la situación del hogar (24,2 puntos menos).
El CIS también observa un desplome de las perspectivas de consumo, que se hunden 17,8 puntos, y de ahorro, que pierden 19,2 puntos, al tiempo que descienden los temores de inflación y la expectativa de aumento de los tipos de interés.
En sus respuestas, un 29,3 % de los encuestados apuntó que la situación económica de su hogar ha empeorado en los últimos seis meses, más del doble de quienes la han mejorado (12,1 %).
Más de la mitad (62 %) afirmó que es más difícil encontrar un puesto de trabajo y el 14 % tiene ahora más personas en paro en su entorno que hace seis meses.
Este pesimismo se extiende a la situación económica del país, que un 67,6 % de los interpelados ve peor que hace medio año, cuando solo un 10,2 % la ve mejor.
De cara al futuro, un 32,7 % de las respuestas apuntan a un empeoramiento de la situación económica de hogar en los próximos seis meses, principalmente por la crisis económica, y un 59,1 % espera que se complique las posibilidad de encontrar un empleo.
Alrededor de un tercio de los encuestados prevé que en el próximo año empeoren sus posibilidades de ahorro (37,9 %) y de compra de bienes duraderos, como coches o muebles, (32,2 %), mientras que solo un 11,6 % y un 10,1 % se muestra optimista a este respecto.
Así, el 65,1 % de los interpelados vaticina un empeoramiento de la economía española en los próximos seis meses.