La Unió señala que la mayoría de las importaciones retenidas sufre plagas y enfermedades de cuarentena con un grave riesgo que no están presentes en la citricultura europea, pues 45 tienen Phyllosticta citricarpa, el hongo que provoca la Macha Negra, y 28 están infectados con Thaumatotibia leucotreta, la falsa polilla.
Los dos países donde más envíos se han interceptado durante el año pasado han sido Sudáfrica, con 24; China (25), Uruguay (23) y Argentina (21), los cuales representan casi el 63 % de los paquetes rechazados por la Unión Europea debido a la presencia de plagas.
La Unió determina que los datos evidencian la necesidad de que las autoridades comunitarias «se tomen en serio todo lo relacionado con la vigilancia fitosanitaria» y se planteen «de una vez por todas» el tratamiento de frío y el control en origen de los envíos de cítricos.
«Creemos que es un claro fraude y engaño para el consumidor europeo y que se evitaría utilizando así el tratamiento en frío», según el secretario general de La Unió, Carles Peris, tras observar en las analíticas elaboradas por esta organización que la mayoría de sustancias activas en los cítricos de terceros países están prohibidas en Europa y se corresponden con fungicidas para conservar las frutas, las cuales funcionan como alternativas al tratamiento de frío, que es más inocuo.
Desde la Unió remarcan que la Comisión Europea prohibirá a partir de octubre la entrada en territorio comunitario a las producciones que contengan residuos de Clorpirifós y Metil Clorpirifós, sustancias que estará prohibido que los agricultores europeos utilicen a partir de abril, algo que genera discrepancia en La Unió, que no entiende por qué se prohíbe en Europa desde abril y de terceros desde octubre.
«A nuestros cítricos, por ejemplo Estados Unidos, Japón o China les exigen unas condiciones para exportarlos allí; mientras que aquí cualquier país que desee exportar a la UE pretende imponer sus reglas y eso no se puede consentir», manifiesta Peris.