El proyecto, presentado en la finca experimental de INTIA en la localidad navarra de Sartaguda, se desarrolla en colaboración con Smurfit Kappa y consiste en comprobar el comportamiento de ocho papeles diferentes desarrollados por esta empresa, frente al testigo de plástico de polietileno negro, que es el que se utiliza habitualmente en este tipo de cultivos.
La experiencia, ha informado INTIA en un comunicado, es especialmente relevante desde el punto de vista de la prevención de residuos en el sector agrícola, ya que la mayor parte de este tipo de cultivos con acolchados en invernaderos se realizan utilizando plásticos cuya gestión y tratamiento como residuos es muy compleja y con bajos índices de reciclado.
El departamento de I+D+i de Smurfit Kappa ha desarrollado ocho tipos de papel procedentes de la madera de pino. Su principal ventaja es que no es necesaria su retirada, ya que, una vez recolectado el cultivo, la tierra puede labrarse junto al papel, que terminará degradándose en unos días, contribuyendo además a mejorar la calidad del terreno.
La materia prima que se utiliza para la producción de este papel en la planta de Sangüesa procede de bosques de gestión sostenible, contribuyendo a la economía local y a la prevención de incendios.
