La campaña de judías y habas está resultando problemática entre los productores británicos y está afectando a la normalidad de consumo y comercio de la presente campaña debido a complejidades climatológicas durante la primavera. Las altas temperaturas y la falta de lluvias están complicando el escenario aun más si cabe durante las últimas semanas.
La Asociación Británica de Legumbres (BEPA) ha señalado que en algunos puntos del país las fincas han pasado de disponer de una capacidad de agua del 98 por ciento a menos del 10 por ciento.
Los productores que han optado por una campaña más tardía son los que más están sufriendo, ya que han tenido menos capacidad de agua retenida y «están empezando a estar deshidratadas y no tener una vida comercial muy apropiada, quedándose en el lineal de los supermercados», señala el informe de situación realizado por la BEPA.
Además de las judías, un producto muy popular en Reino Unido en los meses de verano como los guisantes están padeciendo abortos totales en las flores por los picos de calor de finales de la primavera, aunque los guisantes no son los productos más problemáticos.
Esta situación está provocando que los precios de judías, frijoles y guisantes se haya elevado y que algunos compradores estén pensando en la importación para normalizar la situación de los precios, aunque desde la BEPA «estamos trabajando para mejorar el sistema de plantación y riego para salvar la campaña y no tener que recurrir a la importación».