Así lo ha destacado en declaraciones a los periodistas el consejero de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, Rodrigo Sánchez Haro, quien ha participado en la inauguración del IV Congreso Internacional promovido por Freshuelva en la capital onubense.
El consejero ha indicado que los frutos rojos son «uno de los máximos exponentes» de un sector agroalimentario andaluz que no sólo se consolida en los mercados internacionales habituales, sino que no deja de abrirse paso en destinos «emergentes y lejanos» como China para firmar ya en 2017 unas exportaciones por el importe récord de 1.118 millones de euros (un 4,49% más que en 2016).
Los frutos rojos, gracias a la fidelización de sus principales clientes (Reino Unido, Alemania, Países Bajos y Francia) y la conquista de nuevos compradores, han llegado a 2018 con la «intachable» carta de presentación de un aumento medio de las ventas al exterior del 10% en la última década, ha destacado.
China, desde la óptica del consejero, ya empezaba a vislumbrarse, en este contexto, como una «oportunidad» con un ascenso de la facturación, «que ahora se reafirma», del 62% (más de dos millones de euros) en 2017.
Rodrigo Sánchez se ha pronunciado también sobre la amenaza del Brexit, exponiendo que tras su anuncio las relaciones con Reino Unido se han mantenido, «prácticamente, intactas».
Por otra parte, Rodrigo Sánchez ha sostenido que «estamos ante un sector bien preparado para hacer frente a los desafíos que se le presentan para garantizar su futuro».
El responsable del ramo ha aludido, en este punto, al efecto transformador de la tecnología, el Internet de las Cosas (IoT), el Big Data, la computación en la nube y la robótica para el cultivo hidropónico de fresas o la automatización de la cosecha.
Otro de los «grandes retos» anotados por el consejero es la transición hacia el modelo de la economía circular y la bioeconomía para asegurar la sostenibilidad alimentaria o la importancia de invertir en mejora genética.
Por último, Sánchez Haro, por otro lado, se ha mostrado tajante con respecto a las denuncias de acoso sexual a temporeras y ha puesto en valor la «lección firme de transparencia y compromiso» del sector para prevenir y perseguir actitudes denigrantes hacia las trabajadoras del campo.