A medida que se acerca el mes de noviembre, los volúmenes de brócoli local en Alemania se van reduciendo, dando paso al producto de importación de España, Italia y los países del Benelux, que cada vez más complementan la “menguante oferta alemana”, detalla Lisa Buddrus, analista de mercado de AMI.
“El cambio de origen a producto importado ya está en marcha”, afirma y señala que, de hecho, “el brócoli alemán sólo está disponible regionalmente en pequeña medida para los mercados mayoristas”. Los minoristas, por su parte, ya han optado en su mayoría por el brócoli importado.
En esta etapa de transición entre orígenes, la intensidad publicitaria también se reduce. Así, y según la consultora, en la actual semana 42 apenas hay activas tres ‘promos’ de brócoli en Alemania, una con el producto local y las dos restantes con brócolis procedentes de España y Países Bajos.
El producto retractilado se vende a 1,29 euros la pieza de 500 gramos, mientras que, en el caso de las opciones listas para consumir llegan a los 7,48 euros/kg.
“La demanda se mantiene constante en el clima otoñal”, concluye Buddrus.
