La producción de fresa cayó un 1,5 % en la última campaña, según los datos presentados este miércoles por Cajamar en el marco de la Jornada Técnica sobre ‘Innovación y sostenibilidad en la producción de fresa y pequeños frutos rojos’, celebrada en Huelva.
De este modo, y según los datos aportados Ana Cabrera, analista de la Plataforma Tierra, la producción de fresa se situó en 267,27 millones de kilos, cifra que supone, además, un 9,8 % menos que la media de los cinco ejercicios precedentes, y confirma una contracción de la oferta por cuarta campaña consecutiva.
Las dificultades al inicio de la campaña, cuando las altas temperaturas obligaron al replante, así como las lluvias del pasado mes de marzo han sido las causantes de esta reducción de la cosecha.
“La menor producción se ha traducido en mayores precios”, afirmó Cabrera. De hecho, la fresa onubense ha alcanzado este año un precio medio de campaña de 2,16 euros/kg, un 6,9 % más que el año pasado y un 36,7 % más que la media de las cinco campañas previas.
Sin embargo, estas mayores cotizaciones medias no suponen una mayor rentabilidad. “Los ingresos medios por hectárea han sido menores”, lamentó.
Arándano y frambuesa
La producción del primero alcanzó los 62,79 millones de kilos, un 0,9 % menos que un año antes (+6,9 % en relación a las cinco campañas previas), mientras que el volumen de frambuesa se incrementó un 3,4 %, hasta los 38,1 millones de kilos. Esta cifra, en cualquier caso, es un 13,7 % inferior a la media de las cinco últimas campañas.
Con respecto a su precio medio, en el caso del arándano, este se situó en 5,06 euros/kg (+11,7 %), mientras que la frambuesa mantuvo una cotización prácticamente en línea con la de la campaña anterior, esto es, 7,47 euros/kg, apenas un 0,1 % menos.
Costes
La analista de Cajamar puso el foco, por último, en los costes de producción y, en especial, la mano de obra, que supone “en torno al 30-40 % de la estructura de costes de cualquier explotación”.
Sólo en la última campaña, y según los datos de Cajamar, el coste de la mano de obra se incrementó un 1,3 %, si bien, desde 2020, lo ha hecho en un 21 %.
“Tenemos que encontrar la manera de mejorar el rendimiento medio por hectárea, bien por el lado de los ingresos, aportando valor mediante la diferenciación del producto, o por el lado de los costes con la optimización de recursos y la mejora de la eficiencia”, concluyó.
