Un estudio del Instituto de Investigación e Innovación Agroalimentario y Agroambiental de la Escuela Superior Politécnica (Ciagro) de la Universidad Miguel Hernández (ESPO-UMH) ha revelado que la alcachofa posee propiedades antioxidantes que la protegen contra las bajas temperaturas.
Esta investigación, publicada en Antioxidants Journal, revista científica referente para la Ciencia y Tecnología de los Alimentos, destaca la importancia de los compuestos fenólicos en la resistencia de este vegetal a condiciones climáticas adversas.
El trabajo, centrado en la variedad ‘Blanca de Tudela’, demostró que las alcachofas más pequeñas, denominadas terceras, presentan una mayor concentración de compuestos fenólicos y actividad antioxidante, según ha informado este martes la Asociación para la Promoción del Consumo de Alcachofa, conocida también como ‘Alcachofa de España’, con sede en Murcia.
Como resultado, estas alcachofas mostraron una mayor resistencia a las heladas en comparación con las más grandes, también denominadas como guías, que fueron las más afectadas por las bajas temperaturas, debido a que poseen menos cantidad de compuestos antioxidantes por su naturaleza.
El estudio concluye que «las alcachofas con mayores sistemas antioxidantes relacionados con sus compuestos fenólicos más altos serían menos susceptibles a sufrir daños por heladas».
«En consecuencia, es plausible que la aplicación de elicitores, bioestimulantes u otros compuestos capaces de estimular los sistemas antioxidantes de la planta puedan utilizarse como medida preventiva contra el daño por heladas cuando se presentan condiciones ambientales extremas», señala.
Minimizar pérdidas
Estos hallazgos pueden tener un impacto significativo en la producción agrícola, ya que el aumento del contenido fenólico en las alcachofas podría emplearse como estrategia para minimizar las pérdidas económicas causadas por las heladas.
Métodos como el uso de bioestimulantes o el ajuste en las técnicas de cultivo podrían ser clave para mejorar la resistencia de los cultivos.
Además de su capacidad para resistir el frío, la alcachofa es conocida por sus múltiples beneficios para la salud humana.
Precisamente, en el ámbito del consumo, este estudio refuerza el valor nutricional de la alcachofa y su papel en una dieta equilibrada. Incorporar este vegetal en la alimentación diaria no solo aporta sabor y versatilidad en la cocina, sino que también contribuye a mejorar la salud y el bienestar general.
Rica en antioxidantes, contribuye a la reducción del estrés oxidativo en el organismo, protege el hígado, mejora la digestión y ayuda a regular los niveles de colesterol. Sus compuestos bioactivos, como los ácidos hidrocinámicos y los derivados de la luteolina, han demostrado tener propiedades antiinflamatorias y cardioprotectoras.
El consumo regular de alcachofa puede estimular la producción de bilis, favorecer la función hepática y ayudar a la eliminación de toxinas.
Igualmente, sus compuestos fenólicos tienen un efecto protector contra enfermedades cardiovasculares al reducir la acumulación de lípidos en las arterias. Su alto contenido en fibra dietética favorece la salud digestiva al promover el tránsito intestinal y prevenir problemas como el estreñimiento.
Por otro lado, se ha demostrado que los flavonoides presentes en la alcachofa pueden actuar como neuroprotectores. Su efecto diurético también contribuye a la eliminación de líquidos, lo que beneficia a personas con problemas de retención de líquidos o hipertensión.