Takii Seed celebró en febrero sus Next-Gen Brassicas Days, un evento en el que la casa de semillas mostró sus novedades en brócoli y col, Pacifico F1 y Crokii, respectivamente; el primero, una variedad de brócoli de invierno con doble aptitud para fresco e industria y, el segundo, un nuevo concepto con el que aspiran a impulsar el mercado de col.
Pacifico F1 es una variedad “hecha para el frío”, explicó en declaraciones a F&H Nacho Suárez, responsable de cultivos al aire libre de la compañía en España. De hecho, está recomendado para recolecciones de enero y febrero, fechas en las que, mientras otras variedades sufren un ‘frenazo, “Pacifico F1 continúa creciendo, no se frena, ni se mancha, manteniendo su color verde oscuro”.
Pacifico F1 es una variedad de 90-95 días de ciclo, que se mantiene estable, ofreciendo a los productores la posibilidad de programar su cultivo durante el invierno.
Destaca, asimismo, por su vigor y potente sistema radicular, adaptándose, incluso, a suelos pobres y con presencia de nematodos. De hecho, precisamente por ello, “se recomienda incluso para cultivos ecológicos”, detalla Suárez.
Su pella es ‘achampiñonada’, de grano fino y unos 500 g de peso medio, que pueden subir hasta los 1-1,2 kg, de modo que se adapta tanto a su comercialización en fresco como procesado.
Tiene, además, buen comportamiento frente a enfermedades fúngicas, como la Alternaria, la botrytis o el mildiu.
Crokii, su nuevo concepto en col
Takii Seed quiere impulsar el mercado de la col en Europa y, para ello, ha ‘importado’ una tipología muy popular en países como Japón, donde destaca por ser más crujiente, sabrosa y fresca, y ha lanzado un nuevo concepto: Crokii.
“Crokii es una marca paraguas bajo la que englobaremos distintas variedades de col en el futuro”, explica Suárez, quien añade que la primera de ellas es TC530.
Con esta primera variedad, la casa de semillas cubre todo el ciclo de cultivo, a excepción de las plantaciones de verano. “Es una col semiplana, que se adapta muy bien a las oscilaciones térmicas y que permite hacer calibres desde 1 kg a 2-2,5 kg, dependiendo de la densidad de plantación”.
“La rusticidad es su punto fuerte”, afirma Suárez, quien explica que es gracias a ella que se adapta a distintos ciclos de cultivo y condiciones climatológicas”.