Turquía ha sumado cuatro alertas sanitarias en frutas y hortalizas en apenas una semana, y prácticamente todas ellas por la detección de residuos de metil-clorpirifos, un plaguicida prohibido en la Unión Europea (UE) desde 2020.
En concreto, y según publica la Red de Alerta Rápida de Alimentos y Piensos (RASFF, por sus siglas en inglés), dos de estas alertas fueron notificadas el pasado lunes, 4 de diciembre, por Bulgaria; la primera, tras la detección del plaguicida en una partida de pimientos y, la segunda, en pomelos.
Apenas un día más tarde, se produjo una tercera alerta en higos secos y, finalmente, el pasado jueves, día 7, una cuarta en limones. En este último caso, también como consecuencia de la detección de metil-clorpirifos. La alerta fue notificada, en esta ocasión, por Polonia.
Un plaguicida prohibido
El metil-clorpirifos fue prohibido en la UE en 2020 y, desde entonces, tiene un Límite Máximo de Residuos (LMR) por defecto fijado en 0,01 mg/kg.
Su uso ha sido aprobado de forma excepcional en ciertas ocasiones, como por ejemplo en 2021, cuando el Ministerio de Agricultura español lo autorizó para el control del cotonet ‘Delotococcus aberiae’ en la Comunidad Valenciana durante un corto período de tiempo.