La superficie de cebolla en España se ha situado este año en torno a las 22.000 hectáreas, de modo que «volvemos a niveles de la última década», según afirmó ayer Alfonso Tarazona, presidente de la Asociación Española de Cosecheros-Exportadores de Cebolla (ACEC).
Entre las causas de este descenso de superficie de cebolla, Tarazona citó, por un lado, al clima y la falta de agua, si bien por otro apuntó al «sistema económico y sociolaboral en enfrenta el sector», que ha «dificultado hasta el extremo» la actividad.
En 2022, la caída en el número de hectáreas trajo consigo un descenso también de la producción; sin embargo, en 2023, y gracias a unos «rendimientos algo mejores», la disminución de la producción no fue tan acusada.
Exportación
Según recordó Tarazona durante el III Internacional Onion Meeting, que se celebra hasta hoy en Albacete, de media, en España se producen anualmente en torno a 1,1 y 1,2 millones de toneladas de cebolla, de las que en torno al 25-30 % se exportan.
En este sentido, detalló que los destinos habituales, como Reino Unido o la Unión Europea (UE) comienzan a perder fuerza, «pero aparecen otros países que los suplen».
Entre ellos, el presidente de ACEC se refirió a Emiratos Árabes Unidos, Estados Unidos, Brasil -dependiendo de la época del año- y, sobre todo, países del Lejano Oriente.