Asaja Alicante ha demandado este miércoles a la Consellería de Agricultura poner en marcha un «plan de choque urgente» para «rescatar» el cultivo de la cereza alicantina con Indicación Geográfica Protegida (IGP), que incluya ayudas directas al sector ante «unas pérdidas de 25 millones de euros».
La organización ha reunido al sector en un encuentro donde han participado técnicos, alcaldes de los municipios afectados como Planes, Benimarfull y Almudaina, empresas envasadoras, las cooperativas de Planes, La Vall de Gallinera y la IGP Cereza Montaña de Alicante.
El objetivo de esta cita ha sido poner en común y valorar las pérdidas concretas de la actual campaña, así como proponer el referido plan de choque.
El sector al completo ha coincidido en «su profunda preocupación por la situación del cultivo», ya que la actual campaña deja «una producción irrisoria de menos de 600.000 kilos, solo un 8 % de la producción total, siendo nula en las comarcas de El Comtat, L’Alcoià y la Marina Alta».
Ello equivale, según fuentes de Asaja Alicante, a «un 92 % de pérdidas en el conjunto de la zona de la producción de la IGP Montaña de Alicante y a un 100 % en las citadas comarcas».
«Este descalabro arroja unas pérdidas totales de 25 millones de euros para el conjunto de producción amparada por la IGP, han asegurado las mismas fuentes, que han precisado que, en cuanto a empleos, se ha producido «un quebranto de 4.800 puestos de trabajo directos».
Propuesta de plan de choque
Durante el encuentro se ha consensuado un documento que recoge una propuesta de plan de choque para «evitar el abandono de este emblemático cultivo, tras el varapalo de la campaña, que registra por quinto año consecutivo producciones irrisorias, con una clara tendencia decreciente», según fuentes del sector.
«Si no actuamos de forma enérgica e integral, con ayudas directas, y no ponemos soluciones encima de la mesa que sean efectivas y adecuadas a la situación de emergencia extrema que atraviesa el cultivo, los daños van a ser irrecuperables», según el secretario técnico de Asaja, Ramón Espinosa.
Las pérdidas por las altas temperaturas registradas al final de la floración, provocaron un deficiente cuajado de la fruta. Esto unido al posterior temporal de lluvias acontecido en plena campaña de recolección, en mayo pasado, han sido las principales causas de esta situación.
A ello hay que añadir que muchos agricultores tienen sus producciones sin asegurar debido a las «deficiencias del seguro agrario actual», han indicado las citadas fuentes.
Un futuro sin cerezas
Por todo ello, «se hace absolutamente necesario arbitrar un plan de choque urgente para evitar un futuro sin cerezas, que compense los daños y estimule la recuperación económica de la zona», ha expuesto el presidente de Asaja Alicante, José Vicente Andreu.
«No solo hablamos de un mal año de cosecha, sino de cinco muy negativos, en los que los costes se han disparado y no hemos tenido producción», ha afirmado.
El «plan de choque urgente» planteado por el sector contempla cinco bloques de actuaciones: ayudas directas a la producción, financiación ‘ad hoc’, ayudas directas a las plantas de envasado, medidas fiscales y nuevo seguro agrario específico para la cereza.