Pero este descenso responde a la inflación en general que está sufriendo la ciudadanía francesa y que se sitúa en el siete por ciento. Es de las más bajas en la UE, gracias a su independencia energética del gas ruso.
De hecho, los detallistas galos han conseguido mantener firme el precio de las frutas y excepto en los dos primeros meses de 2022, donde el precio de la fruta fue ligeramente superior a 2021, según el informe de ‘Conjoncture fruits et légumes’ de FranceAgriMer.
De hecho, en los meses donde la fruta se muestra más cara y eleva su precio, aprovechando la entrada de la oferta doméstica -los meses de verano-, el precio medio fue inferior con respecto al año anterior. A partir del mes de mayo y hasta agosto, el precio medio de la fruta fresca estuvo por encima de los tres euros por kilo con puntas en junio y agosto -3,25 euros por kilo-.
Pero estas puntas estuvieron muy por debajo de las cifras de junio y julio de 2021.
La banana
La fruta ‘commodity’ se hace fuerte durante el ejercicio 2022 hasta el mes de septiembre y «la banana pasa a ser la fruta más consumida, superando a la manzana«, señala el informe de coyuntura de FranceAgriMer, aunque no facilitan datos cerrados.
La cifra que facilita FranceAgriMer es que la banana acapara el 66 por ciento de la categoría de las frutas exóticas.
El consumo de fruta fresca empezó 2022 con cifras bajas con respecto a los mismos meses del año anterior, con especial incidencia en el mes de abril, donde la demanda se desplomó en más de un 10 por ciento y sólo alcanzó los 66.000 kilos por cada 100 hogares.
Pero la demanda empezó a recuperarse a partir de junio, y durante todos los meses de verano, la demanda de 2022 ha sido superior a los registros de 2021.