Nacional

España produjo 220.000 toneladas de calabazas en 2019

Fue uno de los datos que ayer se manejaron durante la II Butternut Conference, organizada por Sakata, en la localidad murciana de Torre Pacheco ante 110 personas.

La familia de interesados por la calabaza va creciendo y Sakata trabaja para sacar las mejores vetas a este nuevo nicho del jamón. La II Butternut Conference vino a confirmar el saber hacer de la firma nipona para democratizar segmentos nicho de la horticultura como fue en un primer momento el brócoli y hoy es la calabaza.

Más de 100 personas entre españoles y portugueses para una corriente de opinión y acción que tiene como objetivo «duplicar el consumo de calabaza en España y Portugal», recordó Javier Bernabéu, CEO de Sakata en España.

El consumo de España se encuentra bastante lejos de las cifras de otros puntos a nivel mundial y la producción se cifra en 220.000 toneladas durante 2019, con Francia y Reino Unido como los destinos internacionales más sobresalientes para la oferta española.

Marcos

Durante la II Butternut Conference, tres espadas con intereses en la calabaza -José García, gerente de SAT San Cayetano; Christian Palacios, director de Marketing de Vicente Peris y Elena Sánchez de IV y V gama de Surinver-; un supermercado de la mano de Cedric de Mulet de Consum y el consultor José Antonio Rodríguez, dieron un repaso de las posibilidades de la calabaza.

En este marco, Christian Palacios recordó que «la IV gama ha facilitado el consumo de calabaza en España«. Este mensaje fue ratificado por Elena Sánchez al confirmar que «el principal problema para el consumidor ha sido la transformación de la categoría».

La calabaza es un nicho para las cadenas como recordó José Antonio Rodríguez, ya que sólo representa el 0,34 por ciento de las ventas de la sección de frutería de una cadena como Carrefour.

No obstante, Cedric de Mulet recordó que para «Consum es un producto estratégico».

Estratégico o no, «estamos ante un producto muy sostenible, con una huella de CO2 muy baja frente a la huella de carbono de los cultivos hortícolas de invierno -4 kilos de CO2 por kilo producido- o la ternera -34 kilos de CO2 por kilo producido-«, recordó José García, gerente de SAT San Cayetano. García apuntó que la calabaza sólo produce entre 600-700 gramos de CO2 por cada kilo producido.