Desde diciembre de 2011 la inflación no marcaba un repunte del 5,9 por ciento en la alimentación y la respuesta del mercado ha sido inmediata. La demanda retrocede casi un seis por ciento en las últimas 12 semanas y provoca un giro por parte de las cadenas británicas.
Desde hace dos años, las ventas están cayendo en la gama de productos frescos, incluidas las frutas y hortalizas.
«Los hogares británicos están viendo un incremento de sus gastos en alimentación de 271 libras de media por año en la actualidad», señala Fraser McKevitt, responsable de estudios de Retail y Consumidor de Kantar en Reino Unido.
Las cadenas ya han reaccionado al reducir los precios de muchas gamas de productos. Asda, Morrisons y Tesco son las tres cadenas que más han trabajado en desarrollar las ‘promos’ para las próximas semanas como desvela la revista F&H en su edición de abril (F&H 501).