«El público está mejor atendido en los comercios pequeños, porque aquí, el que compra sabe lo que compra, no esperas colas para pagar, no te llevas lo que no quieres y sí lo que te apetece, y encima te lo damos para el día en que te lo vayas a comer, no como lo de las grandes cadenas, que lo metes en la nevera y al final lo tiras».
Así de rotundo se ha mostrado el propietario de la legendaria tienda Frutas Vázquez, Félix Vázquez, con motivo de la celebración de Santa Dorotea, patrona de los fruteros y los floristas, que en España ha tomado protagonismo de la mano de la marca italiana de manzanas Val Venosta, que lleva apoyando siete años su celebración.
Para esta ocasión, han ideado un cambio de roles por un día entre el frutero madrileño y la cantante e «influencer» Natalia, quien ha animado a las fruterías de barrio a que difundan por redes sociales las bondades de consumir frutas y verduras, «ahora que están tan de moda entre los jóvenes las dietas saludables«.
Vázquez, ahora septuagenario, nació en la frutería que regenta en la madrileña calle de Ayala «por circunstancias de la vida», ya que, según ha explicado a Efeagro, «antiguamente las tiendas tenían vivienda», un espacio que ha incorporado al negocio de cara al público.
Entre sus clientes hay miembros de la realeza, embajadores, futbolistas -incluida «la mujer de Beckham, perseguida por paparazzis»-, toreros y cadenas de hoteles de cinco estrellas, «las mesas más selectas de España», ya que Frutas Vázquez se ha especializado en la venta de la gama de más calidad y sabor.
En su oferta no faltan durante todo el año las cerezas, bien de producción nacional o importadas, o las uvas con sabor a caramelo para Nochevieja; ahora hay para elegir entre más de diez variedades de tomate o las novedosas fresas blancas, «que con las rojas se puede hacer una bandera rojiblanca», ha comentado entre risas.
El gerente de la red de fruterías de barrio Los Primos, Rachid Hajaj, ha explicado a Efeagro que, con la crisis, perciben que el cliente compra más mirando el precio, y que para la empresa, la subida de la electricidad, los carburantes y los salarios hacen más difícil una actividad que, por sus horarios, «es muy dura».
Y es que, como ha explicado a Efeagro el vicepresidente de la Federación Nacional de Detallistas de Frutas y Hortalizas, Javier Iglesias, la jornada de trabajo de un frutero comienza de madrugada, de lunes a sábado, con la compra de género en los diferentes mercados mayoristas de la red de Mercasa.
Iglesias, que también preside la asociación madrileña de fruteros (Adefrutas), ha reconocido que estos horarios hacen que escasee el relevo generacional en un negocio marcadamente familiar y que, además, sea «complicado encontrar a alguien a quien le guste ser frutero» en una actividad en la que hay mucha rotación.
La Asociación de Empresarios Mayoristas del Mercado Central de Frutas de Madrid (Asomafrut) también ha querido sumarse a la celebración del Día del Frutero, una figura que para los puestos de frutas y verduras de Mercamadrid es un «cliente fundamental».
«El claro descenso del consumo de frutas y hortalizas en los últimos 20 años, la presión de las grandes superficies y el bajo relevo generacional ha llevado a disminuir considerablemente el número de fruterías tradicionales en Madrid«, han indicado fuentes de esta organización.
Según sus datos, hace unos 15 años, la frutería de barrio tradicional suponía cerca del 60 % de las ventas “de pasillo” en los puestos mayoristas, y hoy en día apenas llegan al 35 %, ya que parte de la oferta se ha dirigido a otros autoservicios de venta de frutas y verduras de barrio