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En busca de frutos rojos más nutritivos y resistentes

Obtener unos frutos rojos más nutritivos y más resistentes a las sequías y lluvias torrenciales propias del cambio climático es el propósito de investigadores del Instituto de Hortofruticultura Subtropical y Mediterránea “La Mayora”.

Estos científicos trabajan en el proyecto “Breeding Value”, en el que participan veinte universidades, empresas del sector y centros de investigación de ocho países, para encontrar su particular “Santo Grial”, unos frutos del bosque más completos y mejores.

Para ello, se centran específicamente en fresas, arándanos y frambuesas.

El objetivo general de este proyecto es el diseño de estrategias innovadoras de mejora de estos cultivos para proveer a los productores de variedades resistentes a diferentes escenarios de estrés (cambio climático) y con mayor calidad.

La mejora de estos frutos es el objetivo

La profesora de la Universidad de Málaga (UMA) e investigadora del IHSM La Mayora, Sonia Osorio, es unas de las principales integrantes de este proyecto, dotado con una financiación de 7 millones de euros por parte de la Comunidad Económica Europea y cuyo objetivo es desarrollar nuevas estrategias en la mejora de estas bayas.

Con este trabajo, en el que participan centros de España, Francia, Italia, Alemania, Finlandia, Reino Unido, Noruega y Turquía, se pretende tener un mejor conocimiento a nivel molecular de los mecanismos adaptativos de las plantas de estos frutos a los cambios medioambientales, así como conseguir la mejor calidad.

Osorio ha explicado a Efe que, en los últimos años, ha desaparecido la “diversidad genética” de estos frutos y “se han perdido caracteres” que poseían variedades antiguas y que adquieren especial relevancia actualmente debido al cambio climático, como la resistencia de la planta a largos periodos de sequía o a lluvias torrenciales.

Por tanto, el objetivo de este proyecto no es otro que identificar de variedades antiguas de fresas, arándanos y frambuesas biofactores moleculares que aportan a estos frutos rojos las diferentes características que se pretenden y, una vez hecho esto, extraer éstas y reintroducirlas cultivos futuros.

Reporte directo en la economía española

Se pretende además que, de estas bayas que se conservan en nitrógeno líquido en los laboratorios de La Mayora, surjan nuevos frutos con mejor aroma y sabor, con un alto valor nutricional y que aguanten más tiempo una vez arrancados de la planta.

España es el tercer productor a nivel europeo de estos frutos -el 95 por ciento de la producción española se centra en Huelva, Andalucía- por lo que la mejora de estas bayas haría que el “reporte económico” fuera “directo” en la comunidad autónoma y en el país, manifiesta la investigadora a Efe.

Otra de las características que se persiguen son el aroma y el sabor, algo que también podría recuperarse si se identifican los genes que aportan esas características, afirma Osorio, aunque insiste en que esto no es “tan importante” como sí lo es la resistencia al cambio climático.

Los investigadores lo tienen claro. Quieren cultivos “que sigan produciendo mucho”, que el tamaño de esos frutos sea “más grande”, que las plantas “sigan resistiendo a hongos y virus” y, lo esencial, que “necesiten mucho menos agua” para crecer.