La carta de presentación de Montse Baró como nueva presidenta de Afrucat fue escueta, con pocas palabras y correcta.
La catalana, de familia de pageses, se refirió a Afrucat como «la casa de todos» en un ánimo de abrir la asociación a todos los exportadores y productores de fruta dulce.
La primera mujer al frente de los exportadores catalanes hizo mención a la colaboración de todos los miembros de la asociación para superar los «momentos de dificultad».
No dudó en definir a la industria y a sus empresas como «dinámicas». De hecho, la empresa que dirige -Baró e Hijos- ha sido especialmente dinámica en los últimos años, al cambiar su cartera de pepita a hueso en una década.