El ministro ha participado por videoconferencia en un encuentro organizado por el medio de comunicación Politico sobre el futuro de la alimentación y la agricultura en el que ha explicado su propuesta de ecoesquemas (ayudas ligadas a prácticas sostenibles) para España.
«Los ecoesquemas significan algo extra a lo que hemos estado haciendo antes«, ha asegurado Planas, que ha precisado que quienes están realizando prácticas sostenibles «pueden seguir haciéndolo» y, en el caso de la agricultura orgánica, recibirán ayuda a través del segundo pilar de la PAC, con la intervención de las comunidades autónomas.
Ese segundo pilar, que recoge medidas medioambientales, es diferente del primero, destinado a los pagos directos y en el que se enmarcan los ecoesquemas, que supondrán alrededor de una cuarta parte de su presupuesto (unos mil millones de euros anuales).
En este apartado, Planas ha defendido que cada agricultor se pueda acoger a un solo ecoesquema, a elegir entre prácticas de agricultura baja en carbono o de agroecología.
«Queremos evitar la competición entre agricultores por quién gana más o menos. Lo importante es que todos estén involucrados y todos tengan la posibilidad de tener el ecoesquema«, ha resaltado.
El ministro ha destacado que existe un «gran debate» con las 17 comunidades sobre la forma de apoyar la agricultura orgánica, pero ha considerado que es mejor hacerlo con ayudas al desarrollo rural, teniendo en cuenta que ese tipo de agricultura es «una prioridad absoluta para el valor añadido del producto».
Ha señalado que en el futuro plan estratégico nacional de aplicación de la PAC habrá una mención específica a la agricultura orgánica, al igual que al bienestar animal.
Sobre las negociaciones a nivel internacional para garantizar que las importaciones a la Unión Europea (UE) estén sujetas a los mismos estándares ambientales que la producción interna, Planas se ha mostrado a favor de hacerlo «en diálogo franco con los socios y en conformidad con las reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC)».
«No tenemos intención de crear barreras adicionales, pero tenemos que defender los intereses de nuestros productores en igualdad de condiciones«, ha sostenido el titular de Agricultura, que se ha definido como un «defensor del diálogo trasatlántico», al ser preguntado por la relación con Estados Unidos en ese sentido.
También se ha referido a la necesidad de mejorar las condiciones de transporte animal para garantizar su bienestar, en lugar de prohibirlo, y de buscar una solución en el etiquetado de alimentos para aumentar la información a los consumidores sin penalizar ciertos alimentos, en alusión a la calificación del aceite de oliva por parte del sistema Nutriscore.