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Andalucía batalla por mantener su primer puesto agrícola en la nueva PAC

Andalucía batalla en la negociación de la nueva Política Agrícola Común (PAC) para mantener su peso como primera autonomía receptora de las ayudas y salvaguardar un sector agroalimentario diverso y fuerte, medio de vida de un 33 % de los agricultores y ganaderos españoles.

El campo andaluz está en alerta ante las negociaciones entre Gobierno y comunidades autónomas para aplicar la PAC en España a partir de 2023 porque se juega mucho, más de 1.800 millones de euros anuales (un 27 % del total nacional).

Uno de cada tres agricultores españoles es andaluz y uno de cada tres beneficiarios de la PAC procede también de Andalucía, comunidad autónoma con más habitantes, cuyas cifras, más allá de las subvenciones, reflejan la importancia de la cadena de valor agroalimentaria, que genera el 13,5 % de los ingresos regionales. Pero el sector y el Ejecutivo autonómicos consideran que las propuestas que maneja el Gobierno para aplicar la PAC perjudican esa competitividad.

Andalucía es una de las autonomías más críticas dentro de las discusiones sobre el Plan Estratégico Nacional de la PAC que entrará en vigor en 2023.

Las organizaciones Asaja, COAG y UPA y Cooperativas Agro-Alimentarias de Andalucía han suscrito una posición conjunta para hacer valer sus demandas.“Esperamos que (Andalucía) sea tenida en cuenta en el reparto o de lo contrario, puede haber un quebranto económico para nuestros agricultores, un 33 % de los agricultores españoles”, declara a Efeagro el director de Cooperativas Agro-Alimentarias en Andalucía, Jaime Martínez-Conradi Álamo.Recalca que las propuestas del Gobierno son “un cheque en blanco” que no tiene en cuenta al campo andaluz.

Resalta la preocupación por la división de las regiones productivas, por los “eco-esquemas” -ayudas suplementarias por acciones beneficiosas para el medioambiente- y los fondos para desarrollo rural.

En el caso de las regiones productivas, los productores andaluces rechazan que las 50 actuales se limiten a 20, como propone el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA).En los eco-esquemas, ven demasiado elevado el porcentaje de fondos que representarán (entre 23 y 25 % de los pagos). Martínez-Conradi precisa que si los eco-esquemas “no se vinculan a regiones productivas, el Gobierno estará encubriendo la puesta en marcha de una tarifa plana” para los agricultores.

Por otro lado, el sector solicita que no haya pérdida de presupuesto para desarrollo rural. Andalucía percibió 1.582,9 millones en pagos directos (del fondo europeo FEAGA) y 227,3 millones para desarrollo rural (Feader) en el ejercicio comprendido entre octubre de 2019 y 2020, según datos del Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA)En Andalucía hay 244.890 beneficiarios de la PAC.

La agricultura, ganadería y pesca generó un valor añadido bruto de 11.317,9 millones en 2020 y más del 7 % de PIB autonómico, según datos del Instituto de Estadística y Cartografía andaluz. Sin embargo, la aportación al valor añadido bruto regional sube al 13,5 % si se contabilizan el sector primario, la industria alimentaria y distribución, con una facturación superior a los 20.300 millones, de acuerdo con el Observatorio sobre el sector agroalimentario de las regiones españolas de Cajamar.

La agricultura y la ganadería emplean al 8,5 % de la población activa andaluza, con 270.500 ocupados, según la Encuesta de Producción Activa (EPA) del segundo trimestre de 2021.El Observatorio Socieconómico del Cooperativismo Agroalimentario en España subraya que en Andalucía hay 659 cooperativas agrícolas, con 291.000 asociados, que facturaron 9.400 millones en 2020. Entre los subsectores andaluces, destacan el olivarero (2.400 millones de facturación) y el hortofrutícola (6.330 millones), según la Junta de Andalucía. Además, es líder en agricultura ecológica dentro de España, en hectáreas de cultivo de arroz, acoge el cien por cien de la siembra nacional de algodón y ocupa el segundo lugar en girasol. En 2020, las exportaciones agroalimentarias andaluzas alcanzaron 11.335 millones, el 22 % de las españolas.

Martínez-Conradi opina que los mecanismos de gestión de mercado son “los olvidados de la PAC”, pues a su juicio, la reforma se ha enfocado hacia las estrategias de Bruselas para elevar las exigencias ambientales a agricultores y agricultoras. Como ejemplo, cita los problemas de las producciones hortofrutícolas por las importaciones de países como Marruecos, que “inundan” el mercado en una época en que coinciden con las hortalizas andaluzas, lo que hunde los precios.“Pedimos mecanismos para la autorregulación», añade. Para las cooperativas, la escasez de agua y de mano de obra resaltan entre las amenazas para el campo andaluz.Por el contrario, la llegada de los fondos de la Unión Europea (UE) dentro del plan de recuperación son una oportunidad para favorecer la digitalización rural e inversiones en infraestructuras hidráulicas que permitirán mantener las explotaciones.