La compañía, que señaló haber cumplido todos los objetivos financieros que se había propuesto, vio progresar en un 11,2 % su resultado operativo corriente, hasta los 740 millones, y su facturación global aumentó un 3,9 %, hasta los 38.319 millones.
En España, el tercer mercado más importante para Carrefour tanto en ingresos como en número de establecimientos, acabó el semestre con 4.794 millones de euros de ventas brutas, un 3,4 % más que entre enero y junio del pasado ejercicio.
En cuanto a las ventas comparables -donde no se recogen las tiendas abiertas a lo largo del año- y una vez excluidos el efecto calendario y los ingresos procedentes de la comercialización de combustible en sus gasolineras, la compañía registró un descenso del 0,6 %.
Sólo en el segundo trimestre del ejercicio Carrefour facturó 2.503 millones de euros en ventas brutas (+6,3 %), mientras que en ventas comparables bajó un 2,8 %.
Los responsables de la empresa han destacado la «mejora en la satisfacción del cliente y la percepción de precio» por parte del consumidor español, y ha recordado que todavía está inmersa en el proceso de conversión de los antiguos Supersol -cadena que adquirió en 2020- en centros Carrefour.
Actualmente Carrefour cuenta con 1.455 establecimientos en el país, sólo por detrás de Francia (5.679) e Italia (1.484); a escala global opera cerca de 13.700 locales bajo diferentes formatos (híper, súper, conveniencia, etc.).
Gracias a esos resultados globales, Carrefour anunció un programa de compra de acciones complementaria de 200 millones de euros y se ha marcado como objetivo generar una liquidez «netamente» superior a los 1.000 millones en el conjunto del año.
El gigante de hipermercados y supermercados redujo en los seis primeros meses del año sus costes en 430 millones.