Así lo avanza en una entrevista con Efeagro la presidenta del grupo, Patrocinio Contreras, quien incluye sus planes de expansión entre los principales objetivos de una empresa que en 2020 aumentó un 21,5 % sus ventas brutas bajo enseña, hasta los 1.700 millones de euros, y que ya opera 2.876 establecimientos entre España (con el 90 % del total) y Portugal.
Pese a que el 2021 también está siendo un año «complejo» por la pandemia, la presidenta de Covirán prevé volver a abrir más de cien tiendas durante este ejercicio y crecer en facturación no menos de un 8 %.
Después de los resultados en suelo luso –Portugal ya representa el 10 % de su negocio-, la estrategia de la firma pasa por viajar a Latinoamérica: Honduras, México, República Dominicana y Cuba son los primeros destinos elegidos.
«El año pasado por la pandemia se nos quedó colgado, pero lo retomaremos en cuanto volvamos a la normalidad. De hecho, ya tenemos algunos contactos en la región, e incluso hemos empezado a vender a mayoristas en Cuba«, detalla Contreras.
La presidenta de la compañía -con sede en Granada, da trabajo a más de 15.000 personas y que celebra este año su sesenta aniversario– apunta a que en Latinoamérica «son muy dados a funcionar con este modelo de cooperativas», por lo que no espera que sea «especialmente complicado» entrar en estos mercados.
«Esperamos regresar a lo largo de 2021 al punto en el que nos encontrábamos (con este proyecto) en 2020, pero no es algo que se acabe en un año», razona.
Mientras tanto, asegura que están centrados en crecer en la Península Ibérica, especialmente en Madrid y la zona centro, y descarta entrar en la zona del Levante por ser «complicada».
Considera necesario que la compañía continúe creciendo orgánicamente, pero también de forma inorgánica a través de compras o «fusiones»: «Para eso estamos abiertos, también para unirnos con otras cooperativas (…) Andamos en estudio y en conversaciones».
Aumento de la competencia
Pese a que los indicadores económicos son positivos, detecta en España un «aumento de la competencia» -por la fuerte expansión de enseñas como Carrefour, Lidl o Aldi, así como la llegada de nuevos operadores-, que ya está afectando a su negocio.
«Hasta los operadores grandes buscan ahora tener tiendas de proximidad, yendo a formatos y mensajes más enfocados a la cercanía. Es lo que llevamos haciendo nosotros toda la vida, por lo que no deja de ser una amenaza a la que debemos estar atentos«, incide.
Preguntada por este fenómeno y su relación con la «guerra de precios» que libran algunas cadenas, Contreras subraya que se trata de un sector donde el margen de beneficio es bajo, y descarta que Covirán entre en esa pelea.
«Esa guerra no viene porque el consumidor pida menores precios, sino porque hay operadores que perdieron cuota durante la pandemia y están haciendo todo lo que pueden, de forma lícita, para recuperarla. No es nuestra guerra, apostamos por el trato al cliente, dar el mejor servicio y ofrecer unos precios aceptables», argumenta.
No obstante, sí deja críticas a la enseña Family Cash -controlada por la familia valenciana Canet y con apenas una treintena de locales, pero en plena expansión-: «Es tremendo el daño que hace este monstruo emergente, no sabemos todavía que recorrido tendrá, pero trabaja de una forma muy agresiva en precio».
Captación de socios tras desavenencias internas
La cooperativa granadina, con más de 2.400 socios, cuenta con un portafolio en el que hay una gran diversidad de formatos de supermercados, con una presencia muy destacada en zonas rurales y multitud de pequeñas tiendas de barrio, lo que le hace ser muy heterogénea.
«Tenemos un proyecto que verá la luz en este segundo semestre para segmentar los socios, quizá por distintas enseñas, para que cada uno escoja el modelo en el que se sienta más confortable. El objetivo es homogeneizar la cadena (…) Es una respuesta a lo que se intentó hacer en los últimos años y que no tuvo el éxito que habríamos querido», señala.
Sobre el conflicto abierto con un grupo de socios críticos que a través del movimiento «Nos duele Covirán» pedían una nueva dirección para la cooperativa -el caso llegó a los juzgados por supuesta falsedad documental en una campaña de recogida de firmas-, Contreras cree que hoy el clima es «mucho mejor» tras su salida.
Aun así, admite que «hay heridas abiertas por cerrar», pero recalca que se trató de un conflicto iniciado por muy pocos socios: «Estamos encontrado mucha gente que trabaja como franquiciado en otras cadenas y quieren venirse con nosotros, los estamos captando al demostrarles que tenemos otra forma de llevar el negocio».