F&H: ¿Qué valoración hace de la campaña de mango que acaba de finalizar?
Víctor Luque (V.L.): «Ha sido una campaña difícil por varios motivos. Primero porque en marzo, con las previsiones iniciales, se esperaba una muy buena campaña. Los árboles estaban cargados de flor, lo que denotaba que iba a ser una magnífica campaña y, de repente, a finales de abril y primeros de mayo, nuestro departamento técnico nos advirtió de que había habido tres noches con temperaturas por debajo de lo esperado que hicieron que el árbol parase el cuaje de la fruta. Entonces, me dijeron que en torno al 70 % de la producción esperada se había abortado. Eso es un drama porque venimos de muchos años de sequía, con problemas de producción, y se pensó que los datos serían catastróficos.
Finalmente, al haber en mayo temperaturas superiores, el árbol ha tenido segundas, terceras y hasta cuartas floraciones, lo que ha mejorado las previsiones, pero muy lejos del potencial productivo que tenemos. De hecho, hemos estado un 60 por ciento por debajo de lo que deberíamos estar. Nuestra media está alrededor de los 20 millones de kilos de mango y hemos hecho 7 millones».
F&H: Sin embargo, el consumidor sigue demandando mango español…
V.L: «Europa nos reserva dos meses al año para el mango de España, bueno, para el mango de la Axarquía, porque el 95 % del mango español se cultiva en esta zona y el 5 % en la Costa Tropical de Granada. Europa, por lo tanto, nos llama porque espera no sólo el mango de Trops, sino el de toda la Axarquía. No hay que olvidar que el mango de la Axarquía no es sólo bueno por su calidad, sino porque en 24 horas puede estar en París, con lo cual conseguimos que madure en el árbol. Esa es nuestra principal ventaja competitiva. No es que nuestro mango sea mejor que el de Brasil o el de República Dominicana lo que sucede es que ellos tienen que cortarlo en verde para viajar».
F&H: ¿Cómo les ayuda la tecnología mitigar esos riesgos derivados de los cambios climatológicos?
V.L: «La innovación y la tecnología nos tienen que ayudar a prevenir cuando pasen este tipo de inclemencias climatológicas, es decir, si lo sensores detectan que los árboles necesitan unas temperaturas estándar en un momento concreto y los servicios metereológicos dicen que la temperatura va a ser más alta o más baja, esa tecnología nos tiene que ayudar a mitigar el riesgo de impactos climáticos».
F&H: ¿Cómo ve la campaña de aguacate que acaba de comenzar?
V.L: «Llevamos casi un mes con las variedades verdes. Nosotros prevemos un 30 % más de producción. Primero porque las aguas de Semana Santa ayudaron mucho a recargar acuíferos, pantanos y los árboles tienen más vigor. En segundo lugar, la superficie de aguacate plantada en toda la Península Ibérica está creciendo. Muchos agricultores del cítrico o de la fruta de hueso de zonas donde tradicionalmente no se cultivaba como Cádiz o la Comunidad Valenciana están reconvirtiéndose al aguacate, con lo que están entrando en producción.
Esto hace que zonas como Portugal ya supongan el 30 por ciento de la producción y que en otros lugares como la Comunidad Valenciana sea muy importante. Nuestra apuesta allí será muy importante, de hecho, acabamos de adquirir una nueva instalación en Nules, Castellón, para poder estar cerca de los agricultores. Está incrementándose la superficie de aguacate porque el consumo en Europa sigue creciendo».
F&H: ¿En qué países está creciendo más el consumo de aguacate?
V.L: «El principal consumidor en Europa es Francia que tiene una cultura consumidora de aguacate muy importante, seguido de Alemania y de España. Somos los tres países que tiramos del carro. En términos per cápita, los países nórdicos consumen más que Francia incluso, pero tienen menos capacidad de compra.
Sin embargo, nuestro interés está en Italia, un país de 60 millones de habitantes que, prácticamente, no consume aguacate. Lo que tenemos que ver es por qué no incorporan este alimento a su dieta, no sabemos si es porque no ‘marida’ bien con la pasta o por qué. Tenemos que diseñar estrategias, bien con los grandes chefs italianos para que sean capaces de ir con sus recetas o bien con generadores de opinión que incorporen el aguacate a la sociedad italiana.
Inglaterra, con el Brexit, se quedó un poco descolocada, pero sigue ahí; y países de Europa del Este están cambiando variedades verdes por el Hass y el consumo sigue creciendo muchísimo».