La cooperativa almeriense de primer grado, Vicasol, participa en un nuevo proyecto de I+D+i con el objetivo de encontrar soluciones aún más sostenibles en relación al consumo de agua, como es la reutilización tanto del agua de riego, como del agua del lavado de frutas y verduras.
Vicasol participa en la iniciativa que impulsa Cajamar Innova a través de la cual han lanzado una convocatoria general y otra específica de retos con la que se pretende captar hasta 30 empresas, con el objetivo de dar respuesta a problemas históricos de nuestra agricultura.
En el caso de la cooperativa almeriense de primer grado, el reto planteado se centra en la ‘Desinfección del agua de riego y de lavado de productos hortofrutícolas’.
En este reto Vicasol plantea la necesidad de evaluar la composición del agua y usos de ésta en la industria, a través de diferentes tecnologías que posibiliten que una vez desinfectada tanto el agua de riego, como del lavado de frutas, queden libres de sustancias que les permita volver a ser reutilizadas.
Una vez hallada la solución tecnológica que posibilite el nuevo uso de estas aguas, se conseguiría mejorar la sostenibilidad y el impacto del consumo del 1 agua, tanto en el planeta, como en los costes de la industria agroalimentaria. Solucionado este reto, alguno de los beneficios serían:
– Disminuir el consumo de agua en la industria
– Disminuir la huella hídrica, y mejorar la sostenibilidad del planeta
– Reducir el coste para las empresas del consumo de agua
– Eliminar microorganismos patógenos en las aguas de riego
– Mejorar aún más la seguridad alimentaria Vicasol participa en esta iniciativa pionera de Cajamar Innova, junto a una treintena de empresas del sector agrícola de Almería, con el fin de mejorar de manera transversal la sostenibilidad de nuestro sistema productivo.
Sostenibilidad en el ADN
Fundada hace más de 40 años, la cooperativa ha buscado de manera innata como parte de su ADN, generar un modelo de desarrollo sostenible tanto desde el punto de vista medioambiental como desde el punto de vista social. Con este objetivo fue pionera en certificar el 100% de sus cultivos en Producción Integrada. Lo que significa que los alimentos que produce, comercializa y exporta son más saludables para el consumidor, y más respetuosos con el medio ambiente. Además, el 10% de su producción está certificado en ecológico.
La utilización de energías limpias con la instalación de placas fotovoltaicas, la optimización de los sistemas de riego que la ha llevado a obtener certificaciones mundiales, la colaboración con la repoblación de la Sierra de Gádor para recuperar los acuíferos del Poniente, o la organización de actividades para la limpieza del litoral, forman parte de algunas de las acciones realizadas por la cooperativa en materia de sostenibilidad medioambiental.
La divulgación de hábitos de vida saludable, entendidos como una cultura y un estilo de vida, es otra de las líneas transversales de su plan de acción. Con actividades como los talleres de divulgación de hábitos de vida sana entre los más pequeños, jornadas para promocionar entre sus socios y trabajadores la 2 alimentación real, entre otras. La sostenibilidad social, desarrollando desde hace décadas un Plan de Igualdad que busca impulsar la igualdad real.
La veintena de acuerdos suscritos con ONGs y entidades sin ánimo de lucro para la integración social laboral de personas en riesgo de inclusión social, además de donaciones periódicas a estas y otras entidades.