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Vicasol destaca «la valentía» con la que los agricultores afrontan su tarea diaria

Los agricultores y los trabajadores de los invernaderos y centros de manipulado de la cooperativa almeriense Vicasol "nos enfrentamos con mucha valentía" a las tareas diarias para que las hortalizas lleguen a todos los puntos de venta tanto de España como en otros países.

Así lo ha asegurado Juan Antonio González Real, uno de los mil agricultores asociados a Vicasol, una cooperativa de primer grado que además preside y que ha modificado los horarios de trabajo «para que no haya tanta aglomeración» y cerrado las cafeterías para minimizar los riesgos de contagio de coronavirus.

En los invernaderos, todas las mañanas, cerca de 5.000 personas comienzan su jornada de trabajo entre las 7:30 y las 8:00 horas; hay gente de muchas nacionalidades, carteles con las medidas de prevención sobre el coronavirus en seis idiomas y una densidad de no más de tres individuos por hectárea, ha explicado.

Múltiples variedades de tomates, pimientos, calabacines, berenjenas y pepinos se recogen a diario; también se trabaja en los invernaderos donde se plantaron en enero melones y sandías, que se recogerán en torno al 20 de abril y que serán los primeros de España de la próxima campaña.

Sobre los cuatro centros de manipulado de Vicasol, donde operan cerca de 2.000 personas, ha apuntado que se trabaja con «normalidad» pero con «más restricciones», porque al tradicional uso de guantes y mascarillas se suman otras medidas como el desdoble en dos turnos de los empleados para que haya más espacio entre ellos.

«Han pasado de tener un horario continuo -con media hora para comer- a dos turnos: uno de 6 a 12 de la mañana y otro de 15 a 23 de la tarde», ha detallado antes de apuntar que se han intensificado las desinfecciones de las instalaciones cuando no se trabaja.

González ha reconocido que, «aunque el riesgo es grande», aún no hay nerviosismo en la zona porque el número de casos de infectados por coronavirus en Almería no es tan elevado como en otros lugares, «eso sí, si alguien tose en un centro, se le manda a casa».

Otra de las medidas adoptadas en Vicasol, según asegura González a Efeagro, es la de dar «mayor flexibilidad» en los permisos en función del cuidado de niños o mayores entre el personal de almacén, el 80 % mujeres, un porcentaje similar al de los hombres que trabajan en los invernaderos.

Fruto del acopio de alimentos por los consumidores, en esta cooperativa tuvieron que hacer horas extras desde el pasado jueves por el «incremento de pedidos de clientes» que, según cuenta González, fueron «superiores al producto que había».

«Este martes el mercado nacional ya se ralentizó un poco y ya no hay tanto afán como en los pasados días», pero sigue una mayor demanda de pedidos entre operadores de Reino Unido, ha matizado.

González Real, que además preside la Asociación de Organizaciones de Productores de Frutas y Hortalizas de Almería (Coexphal), ha constatado la subida de los precios que perciben los agricultores en los últimos días, «que han tomado una inercia y se han situado a los niveles a los que deberían de estar durante toda la campaña».

Como ejemplo, ha comentado que el precio de la berenjena ha pasado de 30 céntimos a un euro, y que también han repuntado los del tomate y calabacín.

«Los españoles, que nos veían hace poco en las tractoradas, deberían de conocer más lo fuerte y potente que es nuestro sector primario, que cumple toda la normativa de seguridad alimentaria y permite que no dependamos de ningún país para el suministro durante todo el año de hortalizas frescas», ha sentenciado.