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UPC y Syngenta apuestan por la extensión de las buenas prácticas de los fitosanitarios

La alianza entre la Unidad de Maquinaria Agrícola de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC) y Syngenta persigue extender las buenas prácticas agrícolas en el uso de las tecnologías de protección de cultivos.

Uno de los compromisos del plan por una agricultura sostenible de Syngenta, “The Good Growth Plan”, es formar a agricultores en buenas prácticas sostenibles, tecnología y uso seguro de los productos. Así, dentro de este plan se han formado a 16.708 profesionales del sector entre 2014 y 2017. En el último año el incremento de productores y técnicos formados ha sido del 59%. Esto ha sido posible gracias principalmente a una estrecha colaboración con la red de distribuidores de Syngenta, así como con asociaciones e instituciones.

En este sentido, la alianza con la Universidad Politécnica de Cataluña y su Unidad de Maquinaria Agrícola ha sido una de las principales impulsoras de la formación sobre el buen uso de productos fitosanitarios, con especial incidencia en dos materias: las técnicas de aplicación y calibración de equipos; y las Buenas Prácticas Agrícolas en relación con el agua.

El último de estos cursos se ha organizado en Mazarrón, Murcia, poniendo foco en los entornos de invernaderos. A este curso han acudido más de 30 agricultores y técnicos de cooperativas de la zona, que participaron activamente en las prácticas de calibración de la maquinaria, mejora de la aplicación, optimización de los productos y seguridad..

Un equipo de la Universidad Politécnica de Cataluña, dirigido en esta ocasión por Jordi Llop Casamada, ha explicado la directiva de Uso Sostenible y los puntos clave para promover un uso seguro de los fitosanitarios, siendo la calibración de los equipos de aplicación la parte fundamental que se enseña en estos cursos. Saber si los equipos están bien ajustados, si se usan las boquillas adecuadas, si se está calculando bien el volumen de caldo a aplicar o si la aplicación está siendo correcta, centran las prácticas que se realizan en estos cursos.

Las dos principales dudas de los agricultores se centran, generalmente, en todo los relativo a la cantidad de producto a aplicar y en las presiones que se deben utilizar en los equipos de aplicación, según cultivo. Como nos comenta Jordi Llop: “en estos cursos se les da a los agricultores herramientas para saber evaluar si lo están haciendo bien o mal en sus invernaderos, para saber cómo calibrar sus equipos correctamente y para que puedan optimizar el uso de la tecnología que están utilizando. Manejar bien los equipos y realizar una buena aplicación nos lleva a un uso seguro y sostenible de los fitosanitarios, que son una herramienta vital para asegurar una agricultura productiva y sostenible”.