La organización agraria ha apuntado que se trata de una práctica que la empresa viene llevando a cabo desde hace varias campañas bien regalando tickets promocionales o regalándolas por la compra de otros productos y que este año vuelve a repetirse, concretamente con una promoción que ofrece el primer kilo de fresa a 1,89 euros y el segundo kilo a 0,57 euros, es decir a 1,23 euros el kilo si el cliente se lleva dos kilos.
La organización agraria considera que esto es «especialmente sangrante en un momento en el que hay muy baja producción por un retraso en la campaña debido al frío y se estaba pagando un precio razonable por kilo, por lo que no solo se traslada a la sociedad el mensaje de producto devaluado, sino que se traslada también que la competencia o el pequeño comercio cobra en exceso a sus clientes, mensaje que no es cierto».
A estas alturas, se ha indicado desde UPA, «se sabe ya que esto no es más que una mera estrategia para llenar el hipermercado utilizando la fresa como producto reclamo» y «pese a parecer algo tan simple no solo hace daño a nuestros agricultores y agricultoras, sino que también perjudica gravemente al pequeño y mediano comercio que también se verá afectado disminuyendo sus ventas mientras dure la oferta».
UPA Huelva entiende que en un momento en el que la pandemia ha provocado unos daños irreparables a miles de autónomos/as del comercio tradicional de barrio, ofertas así contribuyen a «hundir más al sector y deberían obtener un rechazo social mayoritario».
Asimismo, considera que Carrefour «vuelve a perder la oportunidad de respetar el trabajo de sus proveedores agrícolas pagando un precio justo por su trabajo».
Ante esto, la organización agraria ha querido volver a lanzar el mismo mensaje que en años anteriores, «no descansará en denunciar la especulación con los productos agrícolas y ganaderos, poniendo nombre y apellidos a quién lo haga».
UPA Huelva entiende que Carrefour «debería de aprender de otras cadenas de supermercados de su misma franja como es el caso de Lidl, que ha llegado a un acuerdo con UPA Jaén para pactar en 2,6 euros el precio mínimo de compra al agricultor del kilo de aceite de oliva procedente de explotaciones tradicionales, dando así una retribución justa a estos agricultores».