Retail

Uno de cada cinco nuevos supermercados en 2020 abrió en zonas rurales

Una de cada cinco nuevas aperturas en el sector de supermercados durante 2020 se produjo en zonas rurales, reflejo de la "capilaridad" de este tipo de cadenas y que permite evitar la existencia de "desiertos alimentarios" como sí ocurre en otros países.

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Así lo ha destacado este miércoles la patronal de supermercados Asedas -que agrupa a Mercadona, DIA, a las centrales de compra IFA y Euromadi y a una decena de enseñas regionales-, que califica el mundo rural como «el gran protagonista del crecimiento» del sector el pasado año.

Según los datos recogidos por la consultora Retail Data, de los 1.250 establecimientos inaugurados a lo largo del ejercicio, un 19,3 % se concentró en municipios de menos de 5.000 habitantes.

Sus cifras reflejan que pese a la pandemia, el ritmo de aperturas de supermercados se mantuvo, en un contexto marcado por el aumento de ventas en este tipo de tiendas ante la caída registrada en la hostelería como consecuencia de las restricciones por la covid-19.

La cuota de mercado de los asociados de Asedas es superior en las zonas rurales a la que presentan de media en toda España (en el entorno del 75 %), y alcanza el 90 % en el caso de los pueblos de menos de 2.000 personas, el 85 % en las localidades de entre 2.000 y 5.000 habitantes y el 82 % en los núcleos de hasta 10.000 habitantes.

Los responsables de la patronal han incidido en que el modelo de supermercados de proximidad que impera en España permite «llegar incluso a los municipios más pequeños y contribuye a mantener residentes» en estas zonas a través de la creación de empleo y la dotación de servicios.

«El hecho de que muchas nuevas aperturas correspondan a marcas franquiciadoras y cooperativas es muestra del dinamismo de un sector con capacidad para crear empleo y cooperación al emprendimiento en las zonas en que opera», han subrayado los directivos de Asedas, que también han recordado el importante peso que tienen los operadores regionales de origen familiar.

«La distribución alimentaria no sólo es esencial, sino también un sector tractor de la economía española por su capacidad de crear empleo y de hacerlo en zonas que necesitan un impulso para retener población. El modelo ayuda a la creación y mantenimiento de pequeñas empresas de autoservicios o supermercados», ha destacado su director general, Ignacio García Magarzo.