Éste es uno de los grandes desafíos del 2019 para la patronal de supermercados Asedas -a la que pertenecen Mercadona, DIA, las centrales de compra IFA y Euromadi, así como una decena de enseñas regionales-, que representa cerca de dos terceras partes de la superficie de venta de alimentación en el país.
Para conseguirlo, la entidad ha destacado la apuesta por un «nuevo concepto de tiendas» más cómodas para las personas mayores, con más surtido de comida para llevar en zonas urbanas o con más referencias para consumidores con alergias e intolerancias, así como veganos o vegetarianos.
«Los supermercados se diversifican para alcanzar a sus diferentes públicos», han subrayado en un comunicado desde Asedas, que también ha apuntado al peso de la transformación digital como uno de los grandes retos del sector.
Tecnologías como el «big data» para conocer mejor al consumidor o el «blockchain» -«cadena de bloques»- para la gestión del surtido están obligando a las cadenas a «introducir nuevos perfiles de trabajadores».
En este sentido, el desarrollo del comercio electrónico también provoca retos a nivel medioambiental a la hora de repartir a domicilio, por lo que las empresas de distribución ya estudian el uso de energías limpias y el reagrupamiento de pedidos, entre otras vías.
En cuanto a la economía circular -dirigida a reaprovechar los recursos-, los socios de Asedas han recordado que ya han aplicado medidas como la reducción de las bolsas en la línea de caja y pretenden «avanzar en la reducción y reciclaje de plásticos y otros materiales», siempre en base a «criterios técnicos, económicos y sociales realistas».
Otro de los compromisos de la entidad es la colaboración con cerca de 200 ONG vinculadas con la donación de alimentos, la nutrición saludable o el empleo de colectivos desfavorecidos, y entre sus objetivos se encuentra también el de «profundizar en la transparencia».