Se trata de la luciérnaga Photinus signaticollis, que es nativa de Sudamérica y recientemente se ha establecido en España, concretamente en Girona, según detalla la UCM en una nota.
Es una «especie invasora desatendida» que ha terminado estableciéndose en España debido a que alguna característica ambiental, en este caso la estacionalidad de temperatura, es «similar a la de su región de origen».
La problemática surge porque las larvas de esta luciérnaga se alimentan de lombrices, por lo que una alta densidad de esta especie podría impactar negativamente a este «grupo clave» en los procesos del suelo y la agricultura en España.
Por ello, reconocen los autores que su llegada «ilumina con preocupación los campos ibéricos»; aunque apostillan que actualmente se desconoce «el alcance exacto» de la colonización, el nicho ecológico y la posible expansión de su área de distribución en Europa.
Los investigadores han utilizado modelos de distribución de especies para encontrar las zonas de alta idoneidad en toda Europa donde esta luciérnaga podría establecerse en caso de ser introducida, teniendo en cuenta variables como la estacionalidad de la temperatura.