Las temperaturas en el continente europeo se están elevando por encima de la media mundial y un estudio financiado por la Unión Europea destaca las necesidades de fijar una alimentación más respetuosa con el planeta a base de productos vegetales.
El proyecto Smart Protein establece como figuras para reducir el impacto del cambio climático la colocación de etiquetas en los productos alimenticios que indiquen el grado de sostenibilidad como la huella de carbono, el consumo de agua y los kilómetros recorridos en el transporte, y anima a más países de la UE a eliminar el IVA de las frutas y hortalizas.
El grupo ProVeg International, organización por la conciencia alimentaria que trabaja para mejorar el sistema alimentario mundial, señala que sólo en cuatro estados de la UE el IVA es del 0 por ciento.
El informe Smart Protein señala que la ganadería intensiva es responsable del 17 por ciento de las emisiones de carbono en la UE, «por lo que es vital que la UE se centre en la aplicación de políticas que promuevan alimentos más respetuosos con el medio ambiente», señala Juliette Tronchon, especialista senior en política y asuntos públicos de ProVeg International y coautora del informe.
«La ganadería intensiva también contribuye a las enfermedades relacionadas con el estilo de vida, al hambre en el mundo y al sufrimiento de los animales, por lo que sustituir los productos de origen animal por alimentos vegetales y cultivados ofrece a la UE una solución mayor a estos problemas», desvela Tronchon.
Financiación
El colectivo ProVeg recuerda que «el sector ganadero, con sus elevadas emisiones de carbono, su elevado consumo de agua y la contaminación de los cursos fluviales, está ampliamente financiado», apunta Falk Hemsing, responsable de política internacional de ProVeg y coautor del informe.
El informe pide a la Comisión Europea que avance en políticas relativas a cuatro ámbitos fundamentales en materia de etiquetado y comercialización, contratación pública de alimentos, tipos de IVA y subvenciones.
El informe desvela ocho puntos sobre los cuales trabajar como:
- puesta en marcha de un sistema de etiquetado de sostenibilidad en la parte frontal de los alimentos.
- establecer una definición para toda la UE de los términos «vegano» y «vegetariano».
- permitir que los productos vegetales utilicen denominaciones convencionales para la carne y los productos lácteos, como «leche» o «queso».
- inclusión de los alimentos vegetales en los criterios de la UE para la contratación pública sostenible.
- hacer que los productos vegetales nutritivos y enriquecidos puedan optar a la certificación ecológica.
- garantizar la igualdad de tipos de IVA en toda la UE para los productos vegetales y los alimentos de origen animal, y animar a más Estados miembros a reducir al 0 % de IVA en los alimentos integrales vegetales.
- revisar la actual política de promoción de la agricultura de la UE.
- aumentar la financiación de I+D para innovación.
La estrategia de la granja a la mesa incluye las proteínas alternativas como las de origen vegetal, microbiano o marino, constituyen uno de los ámbitos clave de investigación para un sistema alimentario sostenible, sano e integrador, señala Cindy Schoumacher, responsable de políticas de la Dirección General de Investigación e Innovación de la Comisión Europea.