Un incendio de grandes proporciones declarado este viernes está afectando a dos naves de la empresa de frutas subtropicales Reyes Gutiérrez, en la localidad malagueña de Vélez-Málaga, así como varios vehículos que estaban estacionados alrededor, y se ha propagado a una finca vecina de venta de leña.
El fuego, que sigue activo, se ha originado por causas que aún se desconocen sobre las 10:00 horas en un almacén ubicado en la calle Camino de Málaga, en el núcleo de Torre del Mar.
Las llamas han quemado totalmente dos naves contiguas de la empresa de fruta y diversos coches, y se han propagado con rapidez a un apilamiento de leña de una parcela vecina, según ha informado la Diputación de Málaga.
Hasta la zona se han desplazado efectivos del Consorcio Provincial de Bomberos, que están actuando con dotaciones de Vélez, Periana y Rincón de la Victoria, Colmenar.
Actualmente, hay trabajando cinco camiones de bomberos y dieciséis efectivos, que están montando una rueda de abastecimiento de agua para garantizar el suministro.
Fran Soriano, director técnico del Consorcio Provincial de Bomberos de Málaga, ha explicado que el objetivo prioritario ahora es evitar que el incendio se extienda aún más por la hectárea de madera apilada que hay en el solar vecino.
Para ello, los bomberos están utilizando dos máquinas retroexcavadoras facilitadas por los propietarios de la propia finca, que están resultando muy eficaces para hacer la línea física de corte de fuego.
Los trabajos de extinción
El teléfono 112 ha recibido a partir de las 10:05 horas unas cuarenta llamadas que alertaban del incendio de una nave ubicada a la altura del kilómetro 47 de la carretera A-356.
En ese momento, el centro coordinador ha avisado al Consorcio Provincial de Bomberos, a la Policía Local, al Cuerpo Nacional de Policía, a Protección Civil y a los servicios sanitarios del 061 para garantizar la seguridad de los intervinientes y atender a posibles afectados.
Fran Soriano ha señalado que se están dando relevos permanentemente al personal porque las condiciones de calor son muy altas y hay riesgo de deshidratación y golpe de calor. «Tenemos aquí aún faena para rato», ha remarcado.