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Estafadores usurpan la identidad de firmas hortícolas para comprar mercancías

La empresa que los estafadores usurpan la identidad tiene crédito y está en regla para que el proveedor no sospeche nada y ejecute la operación con la tranquilidad de que el seguro responde.

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El modus operandi es el siguiente. Una llamada a una empresa internacional bajo el nombre de una firma española interesándose en adquirir una carga completa de frutas u hortalizas con una hoja de pedido presuntamente en regla y bajo un teléfono móvil que en su perfil de Whatsapp muestra incluso el logo de la empresa usurpada para no levantar sospechas.

La empresa que los estafadores usurpan la identidad tiene crédito y está en regla para que el proveedor no sospeche nada y ejecute la operación con la tranquilidad de que el seguro responde.

El marrón terminará para la empresa a la que se le ha usurpado la identidad, que se encontrará con un problema cuando el proveedor pretenda cobrar por la operación realizada a los estafadores.

Es lo que ha estado a punto de ocurrir al empresario español José Manuel Escobar, director de LQA By Hermes. Dos presuntos estafadores que responden a los presuntos nombres de Juan Sánchez y José Manuel Escobar contactan hace unos días con la firma holandesa Frankort & Koning (en la imagen) para realizar una compra de peras con destino a Italia, haciéndose pasar por el auténtico José Manuel Escobar.

La idea de los dos presuntos estafadores era adquirir la mercancía de peras bajo el nombre de LQA By Hermes, vender la mercancía en el mercado y cuando el proveedor Frankort & Koning quisiera cobrar se encontraría sin la posibilidad de contactar con los presuntos compradores, pero con la seguridad de que el seguro de la auténtica LQA respondería por una operación que nunca realizó la citada empresa.

El caso ya ha sido puesto en las manos de la Guardia Civil. “Creo que el resto de los empresarios españoles y europeos deben estar al tanto de esta nueva modalidad de estafa, donde se involucran tanto al proveedor de producto como a la empresa a la que se le usurpa la identidad, y que terminan reclamando al seguro de exportación», señala el propio Escobar.