Casi el 54 por ciento de los hogares alemanes compraron fresas al menos una vez durante 2022, lo que supuso un incremento de más de tres puntos, ya que, en 2021, sólo las compraron algo más del 50 por ciento, según los datos de la consultora GfK.
Cada hogar compró de media unos 4,34 kilos durante 2022, unos 100 gramos más con respecto a 2021.
El grueso de las fresas adquiridas por los hogares alemanes fue de origen nacional, ya que el informe de GfK señala que más de dos kilos fueron de la propia Alemania, frente a los 1,95 kilos de 2021.
Las fresas importadas representaron casi 1,6 kilos y hay unos 660 gramos que los hogares no supieron descifrar el origen de la fresa.
El grado de autosuficiencia de la fresa en Alemania fue del 53 por ciento, ligeramente superior a la autosuficiencia de 2021. Y es que Alemania redujo sus importaciones de fresas en 2022 en un 4,8 por ciento y las dejó en 125.315 toneladas, según Trademap.
España fue el proveedor internacional más importante en fresa, casi igualando las cifras de 2021 al alcanzar las 88.000 toneladas, seguido de Grecia con 16.379 toneladas, uno de los orígenes que si incrementó su presencia en el mercado alemán.
Holanda y Bélgica aparecen como alternativas. Países Bajos exportó casi 11.700 toneladas -4.000 toneladas menos que en 2021- y Bélgica sumó más de 4.500 toneladas.