Este aumento en la producción no solo ha sucedido porque se ha incrementado el número de tubérculos que produce una planta, sino que también ha sido debido a que este año la patata tiene mucha materia seca, y en consecuencia más peso específico.
A diferencia del pasado año, durante la presente campaña la climatología ha acompañado a que los productores y productoras de patata del territorio hayan realizado su trabajo en el momento óptimo y en buenas condiciones. Técnicos de la cooperativa aseguran que la siembra se realizó con buen tempero, y la ausencia de lluvia de estas últimas semanas también ha propiciado a que la cosecha se haya realizado de manera continuada. “Además, las templadas temperaturas que hemos tenido en verano también han ayudado al desarrollo y engorde de los tubérculos, obteniendo más cantidad y con mayor calibre”, explican desde la cooperativa.
A su vez, las incidencias relativas a las enfermedades han sido bastante bajas, por lo que prácticamente el 90% de la patata que se ha recepcionado tiene las características exigidas para comercializarse bajo el sello de garantía de origen y calidad Eusko Label.
De este modo, la campaña de comercialización de la patata alavesa se alargará hasta los próximos meses de marzo o abril, y no solo estará a la venta en los supermercados del País Vasco, sino que también se podrá adquirir en algunos puntos de Navarra, Cantabria, La Rioja, Castilla y León, Madrid, Valencia o Andalucía; hecho que afirma que cada vez son más los consumidores y consumidoras que consideran que la patata de Álava es un producto de gran calidad culinaria.