Así lo han defendido este viernes tanto el presidente de Mercasa, José Ramón Sempere, como el director general de la patronal de supermercados Asedas, Ignacio García Magarzo, quienes han insistido en que bajo presión, la cadena -que agrupa también a agricultores y fabricantes- ofreció su mejor versión.
«Si en el mayor test de estrés vivido nunca hemos tenido una colaboración muy estrecha y con diálogo entre todas las partes, sería conveniente para todos que esto siguiera», ha resaltado Sempere, quien ha apuntado que la relación debe ser «simétrica» y guiarse por el objetivo de garantizar el abastecimiento de alimentos a la población.
Colaboración
El responsable de Mercasa -entidad controlada por el Estado que gestiona la red de mercados mayoristas de alimentación que hay en España- ha instado además a conservar este grado de «colaboración» desde el campo hasta las tiendas también como una forma de conectar el medio rural y el urbano.
García Magarzo, por su parte, ha hecho un llamamiento a «superar los debates de la cadena» inspirándose en los «esfuerzos» realizados durante el 2020 para que el suministro de comida no se convirtiera en un problema añadido para la ciudadanía.
El director general de Asedas -asociación que representa a Mercadona, DIA y a una docena de enseñas regionales y centrales de compra- ha animado también a trabajar en España por definir una posición de cara a la estrategia de la UE «De la granja a la mesa», para que se tengan en cuenta sus peculiaridades como país productor, ya que por el momento algunos pasos dados por Bruselas «no convencen».
Ambos han intervenido durante la entrega del premio que concede anualmente Asedas al mejor artículo publicado en la revista Distribución y Consumo, editada por Mercasa, y que en su sexta edición ha recaído en el ingeniero agrónomo y sociólogo Eduardo Moyano.
Moyano ha explicado que la cadena alimentaria funciona como una especie de puente del que cada eslabón es un pilar, y ha advertido de que éste corre el riesgo de hundirse si alguno flaquea.
Bajos precios
«El sector agrícola tiene problemas, hace un año se manifestaba -por los bajos precios- y sigue afrontando una serie de dificultades estructurales. Por eso es importante cimentar bien el terreno sobre el que se asienta, porque si no, no será sólido», ha detallado.
El también investigador del CSIC ha apuntado a que es en ese punto donde los poderes públicos «tienen que actuar para ayudar a equilibrar fortaleciendo al eslabón más débil».
No obstante, ha recalcado que cada sector «debe hacer sus deberes» y en el caso de los agricultores no deberían depender exclusivamente «de nuevas normativas o de las ayudas de la Política Agrícola Común para resolver todos sus problemas», ya que hay margen para ser más eficientes.
Moyano ha señalado el relevo generacional como el gran reto de un sector agrario cada vez más exigido en materia de innovación tecnológica y transición energética, ya que dos terceras partes de los titulares de las explotaciones superan los 55 años.