Sánchez Haro ha animado a los profesionales del campo a mantener y potenciar las «cualidades diferenciales que han sido nuestra fortaleza, como el control biológico, que ha supuesto un salto cualitativo para nuestros productos».
Asimismo, ha resaltado el papel de los invernaderos, que gastan un 40 por ciento menos de agua que el mismo cultivo al aire libre y contribuyen a luchar contra el calentamiento global al reflejar la radiación solar.
En cuanto a las claves que ha expuesto, afirma que «hay que consolidar lo que tenemos, con el recurso del agua como factor limitante; invertir, mejorar en competitividad y ampliar mercados».
«Almería ofrece un ecosistema ideal para el desarrollo del negocio agroalimentario» con un potente sector primario y una industria dinámica que cuenta además con un «entorno de estabilidad política y apoyo público decidido para este sector estratégico», ha recalcado.
